Una persona vivió un verdadero calvario cuando comenzó a sentir una molestia abdominal. Debido a lo anterior, el pasado 14 de abril acudió al servicio de emergencias de la clínica de Coronado, pues además del fuerte dolor abdominal, tenía vómitos, diarrea y fiebre.
Ahí comenzó el dolor de cabeza. Ese día, el 14 de abril, en la clínica se le diagnosticó un “dolor abdominal localizado en zona superior. Dispepsia funcional”. Tres días después, el 17 de abril, fue al servicio de emergencias del Ebáis de Vista del Mar, en Ipís de Goicoechea.
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Ahí le informaron que parecía tener la vesícula inflamada y que posiblemente necesitaría cirugía, pero que primero se le debía realizar un ultrasonido, que se le programó para el 18 de febrero del 2025.
Esta persona siguió con los malestares y por eso, regresó a la clínica de Coronado, el 19 de abril, donde el médico solicitó exámenes de sangre, heces y orina, pero los resultados salieron salieron normales, por lo que le recomendaron esperar el ultrasonido.
El 20 de abril regresó a la clínica de Coronado, debido a que el dolor era insoportable, por lo que lo refirieron al hospital Calderón. Allí se le diagnosticó un cuadro de gastritis, pero tuvo que volver un día después y tras hacerle un ultrasonido, se determinó que tenía la vesícula inflamada y que corría el peligro de que se le reventara, por lo que se le notificó que necesitaba una cirugía.
Justicia
El paciente recurrió a la Sala IV para pedir a los magistrados que fuera operado y que además, los pacientes tuvieran mejores condiciones, durante su espera. Mientras estuvo en el hospital Calderón permaneció en una silla de ruedas, sin poder ingerir algún líquido o alimentos.
La Sala Constitucional declaró con lugar el recurso, en cuanto a las condiciones inhumanas en que el esperaba su cirugía.
“Se ordena a Tania Jiménez Umaña, en su calidad de directora general a. i. del Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, o a quien ocupe ese cargo, adoptar las previsiones necesarias para que, en el término improrrogable de SEIS MESES, contando a partir de la notificación de esta resolución, se dote a dicho hospital de sillas de ruedas y camillas en condiciones óptimas y en números razonablemente adecuados para servir a los pacientes de ese nosocomio”, declaró la Sala.