Cuando se va por la carretera General Cañas, en dirección hacia Alajuela, y se pasa junto al aeropuerto Juan Santamaría es imposible dejar de ver el enorme radar que pusieron.
En mayo quitaron el viejo chunchote y en estos días están terminando de probar y un soberano chuzo que pronto breteará a cachete y que cuenta con la mejor tecnología.
Rolando Richmond, subdirector de Aviación Civil, explicó que el cielo tico estará protegidos con lo mejor, debido a que buscaron excelencia con estos nuevos equipos. Mejorará muchísimo la seguridad aeronáutica.
El radar cuenta con dos tipos de señales, una primaria y otra secundaria. Para que se dé una idea de cómo mejoraron con este nuevo aparato, el anterior tenía una señal primaria que cubría 60 millas náuticas (111,12 kilómetros) y el nuevo alcanza las 80 millas náuticas (148,16 kilómetros).
Además, la señal secundaría cubre un rango a la redonda de 250 millas náuticas (463 kilómetros).
Otra ventaja es que con este nuevo radar se obtendrá información meteorológica, que antes no se disponía y que ahora se usará a la hora de comunicarse y guiar a las aeronaves que llegan o parten de nuestro territorio.
Los radares cumplen la función de detectar los aviones que circulan por el espacio aéreo. Sin embargo, a pesar de esta novedosa herramienta que pronto se estrenará, dependerá mucho de la velocidad a la que se desplace la aeronave para que la detecte. Por ejemplo, una avioneta cargada con droga o hasta un dron andarían como si nada.
Richmond aclaró que el radar viejo funcionaba con toda normalidad, pero ya era hora de cambiarlo para contar con algo más chuzo.
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"Los equipos de radares en aviación tienen periodos. Este último ya tenía 15 años por lo que cumplió con su vida útil a pesar de que seguía funcionando con normalidad. El nuevo cuenta con tecnología más eficiente y actualizada a nivel de sistemas", añadió el funcionario.
Aunque el radar estará prácticamente listo, aún falta que le hagan una prueba muy importante. Un avión laboratorio debe venir al país a realizar un vuelo para verificar que el chunchón esté bien alineado y calibrado.
Finalmente nos explicaron que se han gastado unos $13 millones (más de ¢7.000 millones) en el nuevo radar y en otras mejoras como el reemplazo de las consolas de monitoreo en las torres de control y centros de control radar en los aeropuertos Juan Santamaría, en el de Liberia y el de Pavas.
Cuando pase de nuevo y vea ese radar dando vuelta recuerde que trata de cuidar de la mejor manera el cielo de Costa Rica.