Una joven de blusa azul, tipo polo, camina por la acera con su mano cargada de odio, va directo hacia otra muchacha que llena de temor solo atina a exclamar: “¡mae usted me empujó, ¿qué puedo hacer?!”.
No había terminado la frase cuando recibe un manotazo en la cara, un jalozano de cabello que la tira al suelo y es golpeada varias veces.
Este video y otros igual de violentos son de estudiantes del Liceo Vicente Lachner, de Cartago. Circularon este fin de semana.
Lamentablemente ese incremento de la violencia estudiantil, que ya no es exclusivo de los varones, se da en esta y otras instituciones educativas.
En marzo del 2018, el Liceo de Costa Rica tuvo una intervención “profunda” por parte del Ministerio de Educación Pública debido a denuncias de matonismo que surgieron luego de que Sebastián, un alumno de 12 años, desgraciadamente muriera atropellado por el tren.
El bullying afecta a un 60% de estudiantes y Costa Rica es el segundo país de América Latina con mayor acoso escolar.
Ese es el dato que dio a conocer el Colegio de Psicólogos, en el 2018, amparado en un estudio realizado entre 2014 y 2016 por el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y Adolescencia (Ineina) de la Universidad Nacional y otras informaciones recogidas por el mismo Colegio de Psicólogos.
Nuevas cifras no existen tras las largas huelgas educativas más dos años de pandemia, pero con las primeras semanas de clases ya brotan estos preocupantes videos que confirman que a la aulas también entraron el matonismo, las burlas, discriminaciones y palizas.
Otro fuerte reto para el MEP que cada vez les quita más autoridad a los educadores, quienes pueden hacer muy poco si no cuentan con real apoyo de los hogares.