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Vivimos en un país de derecho y por esa razón el funcionario de la Caja, de apellido Arrieta, sospechoso de simular vacunar contra el covid-19 a Elías Rodríguez, de 82 años, está suspendido y con goce salarial.
Mientras está en su casa y con sueldo, parte del debido proceso, las presuntas víctimas de La Union están en penitencia. En el momento más crítico de la pandemia, estos 1.555 vecinos punzados por el funcionario sospechoso no saben si están o no vacunados, si están debidamente protegidos o no.
Y esa angustia las autoridades de la Caja, este martes, lejos de despejarla más bien la agravó, los confundió más. Hay que tener un doctorado en epidemiología para entender lo que hará la Caja con ellos y todo apunta a que ni sus mismos especialistas podrán determinar con certeza si este grupo recibió o no la dosis.
Les van a hacer exámenes para ver si tienen anticuerpos, de tenerlos puede ser por la vacuna, pero de esto las autoridades sanitarias no están seguras, porque puede ser que tengan anticuerpos porque tuvieron coronavirus sin darse cuenta, o sea, fueron asintomáticos.
Si después de la punzada les dio algo, pudieron haber sido debidamente vacunados, pero sucede que hay personas que ni siquiera se echan un estornudo cuando les aplican el medicamento, ¿entonces?.
“Me parece que esto que está haciendo la Caja es para lavarse la cara, pero en el fondo parece que nunca voy a tener certeza de si me vacunaron o no porque según dicen los resultados de la prueba de anticuerpos no son del todo concluyentes”, dijo con toda la razón don Rafael Montero, quien denunció ante el OIJ al sospechoso.
