Dentro de las iniciativas para hacer un llamado a las mujeres para que no aflojen en la lucha contra el cáncer de mama, La Teja se apuntó con esta edición rosada.
Y es que gracias al considerable apoyo para llamar la atención sobre este mal y el financiamiento para la investigación, se ha avanzado en el diagnóstico, tratamiento y como resultado las cifras de sobrevivientes han aumentado, entre otras razones por la detección temprana y el conocimiento más amplio de este mal.
Incluso los especialistas de entrada advierten que el solo hecho de nacer mujer ya es motivo para encender las alarmas.
Sin embargo, debido a la animalada de un oficial de la Fuerza Pública me tengo que salir del tema del cáncer de mama y entrarle a otro que también las ataca solo por ser mujeres: me refiero al machismo.
Y es que cuando un oficial que debe velar por la seguridad de todos dice públicamente que la modelo María José Montero si se hubiera quedado en la casa no hubiera sufrido el salvaje ataque en Puerto Viejo de Limón, el asunto se pone horrible.
Es lo mismo que justificar que una joven merece ser violada, o en el mejor de los casos irrespetada, por vestir pantalones cortos, minifalda o licras ajustadas.
Esperaría que el pensamiento de este animal con uniforme sea algo aislado y no un comportamiento solapado de los oficiales.
Con que el cáncer de mama las ataque simplemente por ser mujeres ya es suficiente para que una autoridad las señale que por ser “provocadoras” o no estar metidas en la casa, deben ser agredidas.