Dios los hace y ellos se juntan. Para el circo de los miércoles, en Casa Presidencial, Rodrigo Chaves encontró a un aliado perfecto para sus ridículos.
Se trata de Arnold Zamora, ministro de Comunicación, aunque deberían darle un ministerio que se llame de Incomunicación.
Zamora olvidó que su función es hacer que la comunicación entre Presidencia y los medios fluya de la mejor manera y, lejos de eso, lo único que hace es entorpecer y obstaculizar la labor de sus colegas.
David Chavarría y David Bolaños, periodistas de distintos formatos de la UCR, llegaron ayer a cuestionar a Chaves por temas como los de Gandoca-Manzanillo y las jornadas 4x3, pero Zamora, al ver que los temas ponían contra la pared a su jefe, les atravesó el caballo y no los dejó preguntar más.
LEA MÁS: Rodrigo Chaves toreó a dos periodistas y le salieron respondones
Esa acción abrió la puerta para que Chaves, fiel a su pachuco estilo, toreara a los periodistas burlándose de ellos, e incluso insinuara que estaban haciendo un alboroto, para dejarlos en mal ante sus seguidores. Para variar, lo que dijo el presidente es falso, ya que todo quedó grabado, ellos lo único que hicieron fue exigirle respeto.
Curiosamente, Zamora sí permite que los medios afines al Gobierno pregunten y repregunten cuanto quieran, porque claro, el que no cuestiona es amigo de la casa.
Lo que me extraña del ministro es que él estuvo de este lado de la acera, e imagino que en ese entonces sí luchaba porque la libertad de prensa no se pisoteara como lo está haciendo Chaves, alcahueteado por él.
Bueno, me retracto, la verdad no me extraña porque, como dice el dicho, “por la plata baila el mono”.