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El aumentador general de servicios públicos, Roberto Jiménez Gómez, fue denunciado por sus tres compañeros de directiva ante la Procuraduría de la Ética Pública (PEP).
El trío considera que Jiménez pifió al no informarles de la tramitación que hace, en la Asamblea Legislativa, de un proyecto que permitiría que una parte de las tarifas que pagamos en los recibos de luz, agua, gasofia, taxi, y otros, paguen millonarias demandas presentadas por autobuseros contra Aresep, quienes reclaman ser indemnizados por errores en la fijación de los pasajes de bus.
¿Por qué de mi bolsillo tiene que salir, aunque sea una tejita, para pagar esas tortas? Además, me indigna montones, por usar una palabra suave, que en este país a los autobuseros nadie les pone freno, y la misma Aresep es responsable de ello.
Nadie, ni diputados, ni ninguna institución se atreve a bajar al nivel de mortales a esa casta privilegiada, basta recordar estudios realizados en el 2016 que detectaron tarifas exageradas en varias rutas escogidas al azar, algunas hasta con un 40 % de exceso, e incluso imponen el uso de sus datos para determinar el número de pasajeros y así calcular el monto de los pasajes, ¡cuidado pierden!
Desde el 2007, y hasta la fecha, han recurrido a toda clase de jugadas para evitar el cobro electrónico, sistema preciso para contar la cantidad real pasajeros por ruta y establecer tarifas justas.
Con toda esa suma de anomalías, el líder de la Aresep, Roberto Jiménez, corrió desesperado hacia los diputados, a espaldas de sus compañeros, para ver cómo nos saca la platica para tener contentos a los pobrecitos autobuseros...
