Qué le pasa a Lupita, (no sé). Qué le pasa a Lupita (no sé). Qué le pasa a esa niña (no sé).
Y qué es lo que quiere...
Nunca más a tono estuvo la canción Qué le pasa a Lupita, del Rey del Mambo, el cubano Damaso Pérez Prado.
¿Y qué le pasó a Lupita? pues muy sencillo, se paseó en la carrera de su cuñado Luis Antonio Sobrado, presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, y de paso Lupita le hizo un gran daño al país que perderá, una de la personas más capaces y dignas para seguir liderando tan importante institución, de las más respetadas por los ticos.
Ana Lupita Mora es hermana de Carolina, la esposa de Sobrado, e hija de doña Niní Chinchilla (qdDg), visionaria diputada que tremendo jalonazo de orejas le hubiera dado a Lupita por su daño al país al acompañar, como vicepresidenta, a Rolando Araya por el partido Costa Rica Justa.
Este lamentable hecho obligó a Sobrado a renunciar.
El magistrado tenía la opción de hacer lo que la fiscal Emilia Navas hizo a cada rato: inhibirse. Podía hacerse a un lado durante seis meses, seguir ganando el salario y luego regresar al puesto. Y la ley se lo permite, pero con toda dignidad renunció.
Además, para aclararle a mentes podridas, el magistrado no se va pulseando una pensión de lujo, él cotiza para el IVM de la Caja del Seguro y a sus 60 años tampoco tiene edad para jubilarse.
Sobrado dará su preaviso hasta el 8 de noviembre y luego se acogerá a sus vacaciones, hasta el 14 de diciembre; el 15 presentará su informe de labores y 16 se hará efectiva su salida.
Una larga y fructífera carrera de un destacado y honrado profesional, de los que no abundan en este país, fue interrumpida abruptamente por una ocurrencia política de su cuñada. ¿Qué le pasa a Lupita?, no sé.