A pocas horas de la importante decisión que tomaremos este domingo en las urnas, a pocas horas de escoger quien dirigirá los destinos de este país con los retos que nos deja la pandemia del covid-19 en diversas áreas, es importante volver la mirada hacia afuera para luego interiorizarla.
Observemos hacia Nicaragua, Venezuela y sumemos un lamentable ejemplo, fresquitico, que nos llega de Perú.
Reflexionemos sobre lo que pasa en el país andino, “gobernado” desde el 28 de julio del año pasado por el maestro de escuela José Pedro Castillo Terrones, de 52 años, también dirigente sindical.
Mi intención va más allá de señalar partidos y “líderes” de izquierda. Mi objetivo es llamar la atención sobre la idoneidad de la persona que vayamos a escoger, independientemente del color político.
Al presidente peruano el 25 de enero lo entrevisó el destacado periodista mexicano Luis Fernando López del Rincón, conductor del programa “Conclusiones”, de CNN.
Aquello fue para llorar. Consultado el comunicador sobre experiencia manifestó: “Me aterró saber que (Castillo) está usando la figura presidencial como una especie de ensayo error, ensayo acierto, como una escuela para aprender a ser presidente.
“Usó, además, una frase que se les quedó a todos los peruanos y peruanas que denota la falta de preparación, donde él mismo aterriza que está aprendiendo, que no estaba preparado para ser presidente, es aterrador porque aquí no se está jugando solamente con un cargo, aquí se está jugando con la vida de millones de peruanos y peruanas, se está jugando con un país. No puedes utilizar un país y millones de vidas para aprender a ser presidente”.
Echemos pa’l saco. A los peruanos los faculta su constitución, desde 1993, para quitar al mandatario. Se llama vacancia presidencial y se puede aplicar por incapacidad moral o física.
Nosotros tenemos que aguantarnos los cuatro años...