Las cifras sobre cómo manejamos los ticos, aportadas por Unimer, empresa experta en estudios de mercado son tragicómicas, y no porque la encuesta sea poco seria.
Lo que son poco serias son las respuestas de los choferes. Cuando nos sentamos detrás del volante, el chofer más malo mínimo se considera mejor que el piloto británico de Fórmula 1, Lewis Hamilton.
Unimer quiso indagar cómo nos autocalificamos como choferes y la mayoría, el 92%, se considera “muy buenos o buenos”. Sólo el 6% dijo, humildemente, que ni “malo ni bueno”.
Pero, al preguntar sobre cómo calificaban la forma de manejar de los otros, 52% dijo que los no son “ni buenos ni malos” y un 16% respondió que los otros son “malos o muy malos”. Típico, ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.
Sin embargo, los números nos aterrizan. A pesar de que el 92% de los choferes se consideran unos gatazos, Costa Rica reporta (al 17 de abril de este año) 101 fallecidos en accidentes de tránsito, según el Cosevi, que solo contabiliza las muertes en el sitio, es decir, sin sumar los que fallecen en el hospital o de camino a él. Tampoco se suman los fallecidos en el último mes.
De esas 101 muertes, 29 se dieron en choques con otros vehículos, seis se salieron de la vía; cuatro chocaron con un objeto fijo, poste o árbol; dos más al impactar contra ganado, dos en derrapes y uno en un vuelco, según Cosevi.
La Memoria Anual del OIJ del 2021 detalla que el año pasado murieron 688 personas en carretera, en el lugar del accidente o como producto del mismo, 593 fueron hombres y 95 mujeres.
¿Será ese ego inflado por creernos tan buenos choferes la trampa que nos lleva a la muerte en carretera?