“La aplicación de estas pruebas fue totalmente inapropiada e inaceptable, tanto por la duración de la prueba en sí, como por la complejidad y el tipo de preguntas realizadas.
“La forma en que se diseñó y aplicó la prueba resultó en un proceso tortuoso para los y las estudiantes, causándoles un nivel de angustia inaceptable y violentando su derecho a la privacidad y la confidencialidad de información sensible”.
Las disculpas son de Steven González, el nuevo ministro de Educación, al referirse al extenso formulario de Factores Asociados, el cual angustió a los niños de quinto grado.
El 12 de noviembre, 70.000 escolares se sometieron al desgastante “interrogatorio” de 621 ítems en el que les sacaron información privada y de todo tipo.
González se rasgó las vestiduras en la Asamblea Legislativa, donde compareció este jueves como presidente del Consejo Superior de Educación.
González llegó apadrinado por los miembros del Consejo, entre ellos Leonardo Garnier y Manuel Antonio Bolaños, ambos exministros de Educación.
En cuanto a las disculpas del ministro, pues muy bonitas pero nada más. A la hora de poner el huevo, ya fue otra cosa.
Cuando los diputados insistieron en conocer los nombres de los responsables del polémico cuestionario y si el Consejo sabía del contenido; el ministro González, Leo Garnier (que siempre saca caja) y el resto del combo, se quedaron chiquiticos, puros rechazos y evasivas.
Y como siempre ocurre en este país, la tortura a la que fueron sometidos los escolares y la indignación de sus padres quedará en un plato de babas...