Históricamente han habido fiestas en Alajuelita que muchos recordamos con gran nostalgia, sobre todo aquellas de los años 50 y 60, en honor a Santo Cristo de Esquipulas y se han hecho esfuerzos para revivirlas.
Esas fiestas sí hacían gracia, nada que ver con la que hizo una familia del cantón, que reunió a 50 personas en plena pandemia, ya van por 17 los pachangueros contagiados y al menos uno está hospitalizado. Ahora sí no celebran.
Esta gente elevó a niveles peligrosos el nivel del contagio de COVID-19 en un cantón cuyas consecuencias pueden ser desastrosas. El ministro de Salud, Dr. Daniel Salas, lo ejemplificó de una forma contundente: “eso en la escala COVID-19 es como un terremoto y va a seguir teniendo réplicas. Aquí van a seguir saliendo casos positivos”.
Y por esa cabezonada, el ministerio de Salud ahora tendrá que ver como usa los recursos, de donde casi no hay, para buscar a los irresponsables y que no anden pegando a más gente.
“Esa noticia me llena de frustración y enojo porque no es posible que se haya anunciado tanto que no son convenientes las fiestas familiares e igual se dieran. Hay alguna gente que cree que el COVID-19 no es cierto, que no cree que se pueda dar, bueno, ahí está, para que sirva como ejemplo”, enfatizó el alcalde Modesto Alpízar ante consulta de La Teja.
Entendamos, el asunto es serio y no se vale que gente inocente pueda fallecer por estos irresponsables en Alajuelita y en otras partes del país. Si queremos darle un regalo al tata en su día, este domingo, la mejor forma es cuidando cada burbuja social y echando pa’l saco.