Cuando creí que todo estaba perdido.
Cuando grupos con fines mezquinos apelan a las mentiras, manipulan estudiantes y los mandan a las calles.
Cuando una candidadta a vicealcaldesa de San Carlos utiliza falsos argumentos para "evangelizar" a los seguidores.
Cuando los líderes de los traileros no saben donde están parados.
Cuando una diputada engaña con el fin de desprestigiar los esfuerzos del Ministerio de Educación
Cuando hoy se inicia otra huelga y creí que a todos nos había llevado la trampa, surge la acción solidaria de una persona que nos regala una bocanada de aire fresco entre tanto veneno.
Conocer la acción de un buen hombre, quien nunca ha querido dar la cara porque la mano derecha no debe saber lo que hace la izquierda, es inspirador.
Qué gratificante cuando del anonimato surge un buen samaritano y paga una deuda de ¢200 mil de pensión para sacar de la cárcel a una desconocida que ha padecido cáncer y sufre otra serie de enfermedades.
Gracias a este lector por ese gesto que no solo benefició a doña Luz Marina Molinares, si no a quienes nos ha devuelto la fe de que no todo está perdido y que la mayoría de los costarricenses son los que no salen a las calles porque no hay tiempo que desperdiciar con tal de llevar el sustento a nuestras familias y creen que un ambiente de paz, de diálogo y toleracia es la fórmula para criar a nuestros hijos.