Si hablamos de retos delicados, uno de los más grandes es tratar con esos hermosos ángeles llamados niños. Sin ninguna duda son los que llenan de luz los hogares y es una hermosa experiencia compartir sus éxitos, la tarea es dulce pero muy delicada.
Mucho de lo que somos hoy, en lo bueno y lo malo, lo arrastramos desde nuestra infancia, etapa que nos marca de forma impresionante.
De allí que la petición hecha por los diputados de la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia al presidente de la República, Carlos Alvarado, de destituir a Patricia Vega como ministra de Niñez y Adolescencia, e intervenir de forma inmediata el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), es alarmante.
La solicitud la hacen los legisladores tras aprobar una investigación sobre el Patronato. En junio fue creada esta comisión luego de que tres menores murieran en situaciones en las cuales se cuestionó la labor del PANI.
“Son niños que murieron a manos de la negligencia, una situación que se pudo evitar. Abrimos una caja de pandora, porque desde junio que iniciamos audiencias, comenzaron a revelarse una serie de debilidades e ineficiencias en una gestión que está más llena de oscuros que de claros”, enfatizó María José Corrales, diputada liberacionista.
Los cuestionamientos al PANI son viejos y por lo visto la institución está peor, el informe lo demuestra y plantea ocho razones por las cuales se debe destituir a Vega.
Si la funcionaria tiene que caer, pues que así sea, lo importante es fortalecer la protección y el trato de los pequeños.