Con la aprobación en primer debate, este martes, del proyecto de Ley Contra el Acoso Sexual Callejero, lo primero que me vino a la jupa fue la denuncia que hizo el joven panadero Gerardo Cruz Barquero, cuando el 4 de octubre del 2015 subió a "Feis" el video y las fotos de un funcionario del ministerio de Hacienda quien grababa con su celular, por debajo del vestido, a una joven en pleno centro de San José.
Aquello fue un sonoro alboroto y casi cinco años después por fin tenemos una ley contra ese tipo de ataques y otras vulgaridades que mayormente sufren las mujeres en cualquier esquina, fila, o cuando salen a ejercitarse.
Gerardo Cruz fue atacado a puñaladas el 7 de octubre y falleció el 19 de noviembre de ese 2015. Su asesinato no tuvo nada que ver con la denuncia que hizo, pero sí fue aprovechado ese escándalo por los criminales para tratar de despistar a las autoridades.
Según la iniciativa, que está a punto ser ley, la persona denunciada por Cruz habría recibido de diez meses a un año y medio de cárcel.
Ese es el castigo a quien fotografíe o grabe con connotación sexual, y sin su consentimiento, a personas en lugares de acceso público y en servicios de transporte remunerado de personas. La pena podría subir hasta dos años de cárcel si el material es mostrado o transmitido a otra persona.
“Las mujeres tenemos derecho a caminar sin miedo por la ciudad. Son actos que invaden nuestros cuerpos y que, de alguna manera, irrespetan la vida en sociedad", entatizó Patricia Mora, ministra de la condición de la mujer y presidenta del Inamu. No hay nada más que agregar.