La inseguridad no es un problema exclusivo de Limón, provincia llena de gente amable donde los buenos son mayoría, como en el resto del país.
Eso sí, duele mucho cuando esa violencia golpea a personas honestas y pulseadoras como Juan José Ortiz Rivera, conserje de 67 años del Centro Educativo María Inmaculada, asesinado el pasado martes en la provincia del Caribe mientras protegía a una niña de ocho años durante una balacera ocurrida en el parqueo de esa escuela. En el ataque perdió la vida el papá de la escolar.
Este sábado, decenas de personas se reunieron para despedir a Ortiz en su funeral. Hubo quienes llevaron camisetas blancas que tenían estampada la frase “Fuerza, siempre con fuerza”, algo que él les decía con frecuencia a los estudiantes para animarlos.
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Después de la ceremonia religiosa, en la catedral de Limón, cuando el féretro salía del templo, todos aplaudieron y comenzaron a gritar: “¡Fuerza, fuerza, fuerza, siempre con fuerza!”. Así quisieron recordarlo, como un hombre optimista que se preocupaba por cómo les podría ir a los demás.
Personas que conocieron a Juan José dijeron que debería haber muchas más personas como él en la provincia y en el país, algo muy cierto. La violencia es un problema nacional que puede llevar dolor a hogares honestos aunque su origen esté en los delincuentes; no puede ni debe verse como algo que les ocurre a los otros. Juan José dio su vida por salvar la de una pequeña, llevó a cabo una acción heroica, cada vez más escasas en Costa Rica y en el mundo.
Limón, una provincia olvidada por muchas administraciones, no merece seguir siendo una tierra donde los delincuentes hacen y deshacen, como a veces parece ocurrir. Merece seguridad, oportunidades para desarrollar todo su potencial, que es mucho; merece paz
El 8 de mayo, en su discurso de toma de posesión, el presidente Rodrigo Chaves anunció: “Tengo algo que decirles a quienes usan nuestro territorio como puente para exportar y almacenar drogas. ¡Busquen otro territorio! No toleraremos su presencia en nuestra patria”.
Ojalá eso se cumpla porque en esa actividad ilegal están las causas de muchos hechos de violencia y hasta la muerte de inocentes.
El Gobierno tiene razones de sobra para hacer suya la frase de aliento del conserje: “Fuerza, siempre con fuerza”. Así debe enfrentar a los grupos mafiosos que tanto daño hacen en Limón y en el resto del país. Las promesas son para cumplirlas.