Si mal no recuerdo, la idea de la mano dura con las multas durante la restricción vehicular, ya sea nocturna o cuando el carro no puede salir por número de placa, es para combatir la pandemia del covid-19.
Por eso no entiendo el interés de un importante grupo de diputados, encabezado por Pablo Heriberto Abarca, del PUSC, para hacer un descuentazo en las multas. El legislador propone bajar de ₡107 mil a ₡23.415 las multas, evitar que a los carros les bajen las placas y que el infractor pierda puntos en la licencia.
Yo creo que con ese descuentazo mejor eliminar la restricción vehicular del todo, ya que los cuerpos policiales, que la han visto ruda tratando de hacer que la ley se respete, están quedando sin un fuerte elemento para disuadir al posible infractor.
Si me sorprendió la iniciativa del diputado Abarca, me sorprendió aún más la reacción del director de la Policía de Tránsito, Germán Marín.
“La Policía de Tránsito espera que los conductores sigan respetando los lineamientos de salud y los criterios médicos, así como la Ley de Tránsito”, dijo Marín al ser consultado por La Teja.
¿En qué país vive el señor Marín?, ¿acaso no ha visto a oficiales golpeados o cómo el número de infracciones se han disparado desde que arrancó la pandemia?
Me preocupa es que con la apertura que se iniciará el próximo 9 de setiembre, más esta posible rebaja en las multas de tránsito, se esté enviando un relajante mensaje en esta guerra contra el covid-19 que ya ha enlutado nuestras familias con 460 fallecidos.