Cuando ni el guarito Cacique se consigue para quitarse el trago amargo de la Sele, tocamos fondo.
La Fábrica Nacional de Licores (Fanal) retomará, este lunes 18 de octubre, la producción del Cacicazo después de varias semanas de desabastecimiento.
Lo hará gracias a que obtuvo el aval, por parte la Contraloría General, de un presupuesto extraordinario por ¢4.000 millones para la compra de materia prima.
Y es que las pérdidas de la fábrica ya consumieron el 90 % del patrimonio del Consejo Nacional de Producción (CNP), su dueño, entre el 2016, cuando alcanzaba ¢29.777 millones, y el 2019, cuando apenas llegaba a ¢2.940 millones.
La contralora, Marta Acosta, no duda en afirmar que el CNP, responsable de la Fanal, está “desfinanciado” y no puede hacer frente a sus obligaciones.
A Fanal no le alcanzan los ingresos para pagar salarios, deudas, materia prima y otros gastos. Así, viene sucediendo desde hace años, como en el 2018, cuando tuvo pérdidas de ¢3.998 millones, y en el 2017, con otros ¢3.170 millones perdidos.
Tampoco hay razones para prever mejores resultados en años venideros y ni siquiera se sabe cuánta debería ser la mejora para nivelar las finanzas, porque hay duda, desde hace años, del monto total de las deudas.
Los estados financieros del 2018 reflejan deudas por ¢13.900 millones, pero los auditores sospechan que los números son más rudos porque no na podido obtener toda la información financiera.
Ahora que todavía queda alguito, esos números, que son de horror, deberían ser más que suficientes para convencer sobre la necesidad de venderla, alquilarla o cerrarla.