Una buena noticia para terminar el año, tan ayuno de cosas positivas, salvo por la vacunación contra el covid-19 y la 29 para los heredianos.
Y es que los diputados respaldaron, el pasado jueves, la iniciativa promovida por el legislador Víctor Morales Mora, del PAC.
Y esta consiste en prohibir a los 46 alcaldes que fueron reelegidos en el 2020 optar por un nuevo periodo en las elecciones municipales del 2024.
Pero el fondo, y lo que aplaudo, es que la la moción, que contó con el respaldo de 42 legisladores, lo que pretende, como lo dijo Morales sin mucho adorno, es “cerrar la puerta a la reelección de ese grupo donde se encuentran alcaldes implicados en el reciente caso Diamante”.
Lo enfatizó en referencia a la investigación judicial por presunta corrupción en obras municipales, en la cual seis alcaldes fueron detenidos y a uno se le decomisó el celu.
De los jerarcas municipales que son investigados y están suspendidos, no se podrían reelegir Johnny Araya (San José), Alfredo Córdoba y Alberto Cole (Osa), del PLN; así como Arnoldo Barahona, de Nueva Generación (PNG). Tampoco podría mandarse Nixon Ureña (San Ramón), del PLN, y a quien se le decomisó el celu.
La idea es que en el 2024 no se puedan postular los alcaldes, alcaldesas, intendentes o intendentas que, para ese año, hayan cumplido al menos dos periodos seguidos en ese cargo. Johnny Araya, por ejemplo, lleva 27 años enquistado en el poder.
A este grupo se le obligaría a esperar ocho años antes de volver a lanzarse, estarían para el 2032. En abril de ese año Araya, hoy de 64 años, cumpliría 75 primaveras.
El ajuste fue introducido dentro del proyecto de ley que eliminaría la reelección indefinida de alcaldes.