Me alegra mucho el sorpresivo mensaje del papa Francisco quien, en un documental presentado este miércoles, manifestó que las parejas homosexuales deben ser protegidas por leyes civiles.
Y más allá de si estoy o no de acuerdo, y más allá de que brinquen y pataleen los ultraconservadores de la Iglesia Católica y los evangélicos, lo importante es que se marca la cancha claramente para que en las próximas elecciones este sea un tema completamente superado.
Las palabras del líder religioso mundial llegan a apuntalar este tema en nuestro, país cuya legalización entró a regir el 26 de mayo de este año.
Y gracias a Dios que sea así. Recordemos que en las pasadas elecciones el pastor Fabricio Alvarado ni movía la aguja como candidato, pero una vez que la Corte Interamericana de Derechos humanos se pronunció a favor de estas uniones, justo en plena campaña, este tema no solo dividió al país sino que se convirtió en el más relevante para llevar a una segunda ronda al evangélico, entonces candidato por Renovacion Costarricense, y al actual presidente Carlos Alvarado.
Y hoy vemos las consecuencias de que ese fuera el tema principal en las elecciones, porque lo que hoy urgimos los ticos es de un equipo económico fuerte, valiente, preparado, visionario y el mandatario Carlos Alvarado no lo tiene y Fabricio tampoco lo tenía.
Por eso hoy estamos como estamos, más pobres, como un barco a la deriva, y con un gobierno que especializa en mandar mensajes equivocados y contradictorios en momentos en que requerimos una ruta clara y decisiones, que aunque duras, nos desvuelvan la esperanza, y no parches para terminar este gobierno y salir soplados, como ya lo hizo el irresponsable Luis Guillermo Solís, también del PAC.