Una de las armas más poderosas para atacar el cáncer de mama es la prevención. Miles de ticas hoy son sobrevivientes porque actuaron a tiempo.
Sin embargo, esa sana práctica que es prever los acontecimientos y hacer los ajustes responsablemente, aunque el tratamiento sea muy duro, nunca se aplicó en lo fiscal y hoy el país sufre la enfermedad más grave en su historia.
Aplaudo la sensatez y el llamado al respeto de los valores democráticos hecho por seis expresidentes: Óscar Arias, Rafael Ángel Calderón, Laura Chinchilla, Abel Pacheco, Miguel Ángel Rodríguez y Luis Guillermo Solís, hasta ahí llega mi reconocimiento.
Todos ellos, unos más que otros, junto con José María Figueres, quien por cálculo político no se les unió, son culpables del desmadre que vivimos, junto a Carlos Alvarado.
A Figueres además de sumarle la cuota en esta crisis, le agregamos el desmantelamiento de los trenes.
Luis Guillermo Solís ni rojo se puso al firmar la carta. Él y su ministro de Hacienda, Helio Fallas, no presupuestaron en su “administración” ₡600.000 millones para cancelar bonos de deuda pública y agravaron el cráter fiscal.
A don Miguel Ángel Rodríguez y doña Laura Chinchilla debo reconocerles que en sus mandatos vislumbraron el mal que se venía, pero les faltó brazo político, firmeza, insistencia.
A don Miguel Ángel le explotó el Combo ICE. A Chinchilla, junto con Ottón Solís, diputado en su gobierno (2010-2014), los legisladores del mismo PAC, y José María Villalta, les frenaron un serio un plan económico que hoy nos tendría respirando en paz.
Políticos, partidos y diputados, de todos los colores y sabores, son los responsables de este caos. Hoy solo les queda una cosa, enmendar el camino de la forma más equitativa posible.