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Operan perrito por segunda vez para reconstruirle pata quebrada

El dueño del animalito es un joven que sobrevivió a un balazo en la cabeza y pasa chineando el perrito para que se recupere

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Lucas es un perrito muy valiente y con muchas ganas de vivir. En apenas cuatro meses de vida ha tenido dos cirugías, porque un día se cayó de un sillón y se quebró la pata delantera izquierda.

La primera operación fue el 19 de abril, en ella le pusieron una platina para reconstruirle la patita al pequeño chihuahua y fue bastante complicada, porque el animalito está muy pequeño, tanto en tamaño como en edad.

Los encargados de atender el perrito fueron los especialistas del hospital de Especies Menores y Silvestres de la UNA.

A Lucas le reconstruyeron de nuevo la pata delantera izquierda. Foto: Cortesía de Mauricio Jiménez. (Cortesía de Mauricio Jiménez)

Luego de estabilizarlo, lo mandaron a casa con su familia, pero el martes 17 de mayo tenía una cita de control y los doctores vieron que algo no estaba bien.

“Le hicimos unas placas y nos dimos cuenta de que se dio un secuestro óseo, eso significa que el hueso de la pata reconstruida, en lugar de regenerarse, se debilitó o adelgazó, entonces tuvimos que internarlo para volver a operarlo”, informó el veterinario Mauricio Jiménez, director del hospital de animales.

“Tuvimos que sacarle hueso de otra extremidad para ponérselo en el lugar donde se dio la fractura y esperamos que se una para que se empiece a regenerar. Hay que esperar y seguir examinando al animal para ver que todo vaya bien”, explicó el especialista.

Jiménez dice que está muy positivo, pero es consciente de que el esfuerzo que hicieron podría no funcionar y, en caso de eso pasara, habría que amputarle la patita. La ventaja es que los animales tienen la capacidad de adaptarse a las condiciones especiales y llevar una vida tranquila y feliz.

Los veterinarios esperan que esta vez el hueso si se regenere. Foto: Cortesía de Mauricio Jiménez. (Cortesía de Mauricio Jiménez)

Todo el amor del mundo

Lucas está en su casa desde el lunes pasado chineando la pata y su dueño, Esteban Solís, sabe perfectamente que en un proceso de recuperación el amor es el medicamento más importante y por eso está dedicado al animalito.

Hace ocho años, Solís recibió un balazo en la cabeza y estuvo muy grave en el hospital, los pronósticos de los médicos no eran los mejores, pero con la ayuda de Dios y el apoyo de su familia, se recuperó montones.

El perrito llegó a la vida de Esteban para ser su compañero, ya que mientras sus papás y su hermano salen a trabajar, él se queda solo en casa.

El animalito está muy apegado a Esteban, quiere estar con él todo el día, sobre todo ahora que está en recuperación.

La relación que hay entre Esteban y Lucas es muy especial y cercana. Foto: Cortesía de Wálter Solís. (Cortesía de Wálter Solís)

“Lucas está muy bien, come bastante y orina y defeca bien. Es muy inquieto, pero lo cuidamos mucho para que no corra ni brinque, porque se podría lastimar la pata.

“Nos dieron las mismas recomendaciones de la primera operación, llevarlo a caminatas controladas y también tenemos que hacerle algunos ejercicios. Además, hay que estarlo llevando a revisiones médicas para asegurarnos de que todo vaya bien, yo espero en Dios que ahora sí se recupere bien”, manifestó Esteban.

4 meses tiene Lucas

Muy agradecido

Esteban y su familia están muy agradecidos por las atenciones que todos los especialistas le han dado a Lucas.

“Todos en el Hospital Veterinario han demostrado ser muy profesionales, agradezco a los que lo operaron y también a los que siempre nos atendían cuando llamábamos para preguntar cómo estaba Lucas, porque siempre nos contestaron con paciencia y nos explicaron bien todo lo que le hicieron, se nota la vocación de todas esas personas”, dijo Esteban.

Las cirugías de Lucas fueron en el Hospital de Especies Menores de la UNA. Foto: Cortesía UNA. (Cortesía de la UNA)

El sobreviviente dice que siente un cariño especial por su mascota, porque pareciera que Lucas lo entiende de una manera especial, por eso se está esforzando en darle la mejor atención posible.

“Mi perrito para mí significa todo, él es una compañía incondicional, es increíble cómo un perro tan pequeño entiende tanto mi condición, sabe que me cuesta hacer muchísimas cosas, pero me tiene paciencia, por eso lo he aprendido a amar tanto.

“En este poco tiempo que ha estado conmigo se ha encariñado mucho y me ha demostrado que de verdad los perritos son amigos incondicionales; él es muy apegado a mí, siempre me sigue por todo lado y está pendiente de lo que hago. Cuando está conmigo y alguien más lo llama, no va, prefiere quedarse conmigo”, asegura Solís.

“Tuvimos que sacarle hueso de otra extremidad para ponérselo en el lugar donde se dio la fractura”.

—  Mauricio Jiménez, veterinario
Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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