En este día de San Valentín les contamos que el presidente de Costa Rica entre 1990 y 1994, Rafael Ángel Calderón Fournier, y su esposa, la exprimera dama de la República, doña Gloria Bejarano Almada, cumplirán 52 años de matrimonio el próximo domingo 25 de febrero. Se conocieron en México y ahí mismo se casaron en 1972.
Justo este 14 de febrero del 2024 es bueno saber un poquitico de esta linda historia de amor que comenzó en tierras aztecas y se sigue escribiendo en suelo costarricense hasta el día de hoy, después de 4 hijos y 9 nietos.
En La Teja para celebrar el Día de los Enamorados quisimos hacer una dinámica muy bonita, contar dos historias de amor, una que está empezando, la de los periodistas Diego Obando y Gloriana Casasola y otra que ya tiene un buen camino recorrido, como la de don Rafael Ángel y doña Gloria para mostrar las diferencias entre una relación de ahora y una de “antes”, al final nos dimos cuenta que el amor reina sin importar la época.
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Doña Gloria, muy amablemente, nos contó la historia de una pareja que comenzó a escribirse incluso antes de que ella naciera.
¿Cómo se conocieron?
La historia es un poquito larga. El doctor Calderón llegó a México estando en el exilio (Rafael Ángel Calderón Guardia, quien fue presidente de Costa Rica de 1940 a 1944, inició su exilio en 1948 el cual se extendió por 10 años).
Llegó a vivir a 50 metros de la casa de mis abuelos. Yo no había nacido. Rafael Ángel, el hijo, salió a jugar a la acera y ahí conoció a mis hermanos. Cuando yo nací ya las familias eran amigas. Como vivía tan cerca siempre pasaba en casa, incluso mamá fue madrina de él.
Él siempre fue muy especial conmigo. Yo no era de muñecas, era de fútbol, de bicicleta y mis hermanos no me dejaban jugar fútbol, pero Rafael Ángel me aceptaba en su equipo. Así empezó la amistad. Fuimos amigos toda la vida.
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¿Cómo se le declaró?
Cuando fallece el doctor Calderón Guardia (en 1970), a él lo manda la mamá (doña María del Rosario Fournier Mora, ya falleció) un tiempo más largo a México porque estaba muy afectado. En ese viaje es cuando nos relacionamos más. Yo tenía 19 años y él 22.
Se devolvió para Costa Rica y regresó para una Semana Santa, entonces él y mi familia nos fuimos de vacaciones a Acapulco. Mi hermana me decía: ‘Aquí hay algo raro ¿por qué Rafael Ángel siempre la escoge a usted para todo?’ Al terminar esas vacaciones se me declaró.
Estando de nuevo en Ciudad de México, el domingo de Resurrección de esa Semana Santa, a las 12 de la noche, apareció él con dos mariachis afuera de la ventana de mi cuarto. Escuché cuando el mariachi le preguntó que si tocaban la canción Novia mía y él les dijo ‘todavía no’. Al día siguiente me invitó al teatro y ahí se me declaró y ya yo estaba convencida que quería ser su novia. Siempre me había gustado, lo que pasa es que una era muy prudente.
-¿Les pidió la mano a sus papás?
Claro. Fue una pedida de mano muy formal. Él les dijo a mis papás (don Armando León Bejarano y Gloria Almada de los Ríos, ambos ya fallecidos) que ocupaba hablar con ellos y nos reunimos los cuatro en la sala de la casa, ahí él les dijo: ‘Miren, es que yo quiero mucho a su hija, la conozco desde la infancia, quiero que sea mi esposa’. Papá volvió a verme y yo dije que sí.
¿Cuánto tiempo fueron novios?
Al día siguiente de que pidió mi mano se vino para Costa Rica. Calderón y yo fuimos novios 10 meses por carta porque él estaba aquí y yo en México. Recuerdo que con el tema del matrimonio, como fue muy rápido porque Calderón se me declaró en noviembre y se hablaba de la boda para febrero, papá me vio como angustiada
Él me dijo que no me preocupara, que si no quería casarme todavía que no lo hiciera y que estaba seguro que Rafael Ángel entendería y me iba a esperar. En casa mis papás lo adoraban.
Pero que eso sí, si decidía casarme debía tener claro que a partir del momento que llegara a Costa Rica esa sería mi patria, esa sería mi gente y que iba a ser costarricense por respeto a mi marido. Vine convencida de que Costa Rica iba a ser mi patria.
¿Tienen una canción especial?
Sí, claro. El Tema de Lara de la película “Doctor Zhivago” (1965). Es un tema que para los dos ha estado en momentos muy importantes y significativos de nuestras vidas: fue el vals que bailé cuando cumplí 15 años y lo bailé con Rafael Ángel que fue mi chambelán (quien acompaña a la quinceañera) y lo bailamos en la cena de posesión cuando él recibió la banda presidencial en 1990.
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¿Cartas de amor?
Muchas. Siempre ha sido muy detallista y cariñoso. Siempre está pendiente de los detalles. No se le olvida jamás un cumpleaños o una fecha de celebración.
¿Cuál es el secreto para durar 52 años casados?
Hay varios pilares: amor, respeto, tolerancia, entender que no somos la misma persona, que tenemos gustos y pensamientos diferentes, pero que siempre hay un punto de encuentro entre las diferencias. No siempre se piensa igual, pero sí hay un punto en que se puede coincidir y que hace a la pareja ir en la misma dirección.
Apoyo es otro pilar. En mi caso, por ejemplo, la vida política es muy complicada, llena de problemas. Tiene momentos muy lindos, pero tiene momentos sumamente duros, pues bien, yo hice todo lo posible por entender la vida política y él siempre me apoyó en mis proyectos.
Esa es la parte que en ocasiones los matrimonios de hoy día no entienden. Cuando todo está bien es pura felicidad, pero cuando vienen las complicaciones abandonan. Al llegar los momentos duros hay que poner en la balanza lo bueno y no abandonar la relación por cualquier problemita.
Se necesita un verdadero compromiso, pero ahora parece que todo es, nos casamos a ver si pega, a ver si resulta. Les resulta más fácil terminar y empezar de nuevo con otra persona que luchar por salir adelante y rescatar la relación… la relación de una pareja se construye todos los días.