Los obispos de Costa Rica pidieron al presidente de la República, Luis Guillermo Solís, echar marcha atrás en la decisión de eliminar la santa misa y el rosario de las transmisiones del canal estatal.
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El Sinart también prohibió a sus funcionarios expresar que la Virgen de los Ángeles es la Patrona de Costa Rica y frases como "Dios lo acompañe". Todas esas decisiones fueron obra de Nathalia Rojas Zúñiga, defensora de las audiencias, quien alegó criterios técnicos para ello.
En la carta, los obispos ponen en duda las razones de Rojas y más bien enfatizan en que se hizo bajo el fundamento de repudiar a los católicos. Se basan en conversaciones que la funcionaria tuvo en redes sociales y que fueron hechas públicas.
“Enarbolando una aparente 'neutralidad' religiosa de los medios de comunicación, irrespeta los derechos de los habitantes de ejercer sus creencias religiosas dentro del marco del respeto, la tolerancia y la Ley; también en los medios de comunicación propiedad del Estado”, dice la carta.
El presi ha manifestado su desacuerdo con la resolución tomada por el Sinart, aunque su opinión no fue compartida por toda su familia.
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“Humildemente le solicitamos interponer sus buenos oficios para que tan grande mal a los habitantes de la República y en especial de los ciudadanos y ciudadanas católicos sea revertido, y así los medios de comunicación del Sinart estén verdaderamente al servicio del pueblo”, dice la carta, firmada por los ocho obispos de Costa Rica.
En la petición, los sacerdotes expresan que la decisión de Rojas es ilegal, antiética y en vez de perseguir el bien común, responde a una consideración personal.