Los obispos de Costa Rica se metieron a una encerrona para hablar entre ellos del tema que ha estado en boca de todos desde hace rato, los casos de abusos sexuales a menores de edad por parte de sacerdotes.
Los curas verán ese delicado tema en la I reunión ordinaria de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, que inició este lunes en el seminario mayor, ubicado en La Unión de Tres Ríos.
A la reunión asisten los nueve obispos nacionales, el vocero de la Conferencia Episcopal, Mauricio Granados, y otras autoridades eclesiástica.
“Entre los temas que se va a tratar está la resonancia a nivel nacional del encuentro que citó el papa Francisco en enero de este año, sobre la protección de los menores de edad en ambientes eclesiales y nutrirse de las directrices que se dieron en Roma donde participó Gabriel Montero de San Isidro de El General”, contó Granados.
Recordemos que Mauricio Víquez, quien fungió como sacerdote, está en fuga en otro país y es buscado por la Interpol, por una denuncia penal que hay en su contra. El caso lo interpuso un hombre bajo el expediente 18-000854-0994-PE. Además, sobre él hay nueve denuncias más, todas interpuestas por hombres, pero solo a nivel de la iglesia.
El padre dijo en un audio que la encerona no se trata de un tribunal, ni nada que se le parezca, es más bien, la cumbre que hacen año a año donde se analizan muchos temas y por el contetexto actual, habrá un análisis de los casos de abusos a menores.
“Recordemos que esta reunión está programada y se van a analizar los frutos del encuentro que el papa Francisco acaba de realizar en Roma. El papa anuncia la elaboracion de un protocolo que rige para toda la iglesia universal en estos casos y un nuevo Motu Propio una ley que engloba toda la atención de esta problemática. Es necesario esperar las directrices para tomar decisiones”, añadió Granados.
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En total, la iglesia católica ha expulsado a 11 sacerdotes en Costa Rica desde el 2010, por delitos sexuales. Por si fuera poco, hay seis casos más que están en investigación, entre ellos el del cura Manuel Guevara, párroco de Santo Domingo de Heredia.
“Estamos en comunión estrecha con las doctrinas del santo padre y repudiamos todo tipo de abusos que se esté dando dentro y fuera de la iglesia con relación a los menores de edad y es necesario hacer lo posible para que nunca más se den este tipo de situaciones. Estamos del lado de las víctimas, de ninguna manera puede pensarse que estamos en contra. Tenemos total apertura para acompañarlos y escucharlos”, dijo en una entrevista en Radio Fides, monseñor Rafael Quirós, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de San José.
Hermética
La encerrona de los obispos estuvo llena de medios de comunicación que querían impresiones sobre la crisis por la que pasa la iglesia.
Sin embargo, el encuentro se llevó a cabo con sumo hermetismo. Y así sucederá hasta el viernes, según anunciaron a los periodistas.
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Pese a múltiples esfuerzos para que un vocero atendiera a la prensa y contestara algunas preguntas, los sacerdotes no salieron. Eso sí, enviaron un par de audios y un vídeo con escuetas declaraciones.
Uno de esos audios era de Mario Quirós, arzobispo de Cartago, donde manifestó que la reunión es para tratar temas eclesiástico.
“Es un momento para pedir colaboración y apoyo espiritual para que podamos valorar y tomar las mejores decisiones para el pueblo de Dios”, explicó.
De lo que sí hablaron fue del trato que recibieron por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cuando allanó la Curia Metropolitana y la Conferencia Episcopal en busca de información de los supuestos abusos sexuales.
Eso sí, lo hicieron mediante un comunicado de prensa, el cual lo repartieron entre los feligreses católicos que asistieron a misa este domingo.
“Habiendo sido reducidos los funcionarios (de Conferencia Eposcipal) a un edificio, estos decidieron rezar el rosario, lo cual les fue impedido por los funcionarios judiciales y mostrando total irrespeto a su libertad religiosa, los funcionarios pusieron música a alto volumen para impedir la oración”, dice parte del comunicado que entregaron a los católicos a la salida de la misa.
El sacerdote Mauricio Granados justificó que no solo será tratado el tema de los abusos, sino que también verán asuntos más espirituales como la marcha del catecismo, el proceso de evangelización, tareas de seminario en su labor de formación de sacerdotes y atención al clero. entre otros.