Los siameses Ezequiel y Samuel Núñez Badilla enfrentan una nueva lucha para lograr ser separados de sus cabecitas.
Los chiquitos recibirán un nuevo expansor, que será colocado para poder crear más piel y así poder tapar sus cerebros una vez sean separados.
El lunes de la semana pasada los chiquitos, que tienen año y medio, fueron internados para colocárselo, sin embargo, por una infección que tenían la cirugía tuvo que suspenderse.
Por esa razón los médicos los mandaron para la casa con tratamiento antibiótico para combatir el cuadro infeccioso.
"Nosotros los vemos a ellos muy bien ya. El 30 de junio los debemos llevar a internar para ver qué día los operan para colocarles el expansor, podría ser al día siguiente", aseguró Evelyn Badilla, mamá de los chiquitos.
La mamita contó que los médicos les indicaron que el nuevo expansor es más grande que el que tienen, con el fin de que la piel se estire aún más.
Y es que Ezequiel y Samuel tienen cuatro expansores actualmente. En la cirugía quitarían uno de los pequeños y colocarían el que es más grande.
Luego de la operación, los chiquitos permanecerían internados en el hospital Nacional de Niños durante unos 15 días en recuperación.
Después de ese tiempo, el proceso de estiramiento de la piel tarda de cuatro a cinco meses.
"Luego de que pase ese tiempo, los médicos deben evaluarlos para ver si la cantidad de piel que se hizo alcanza para poderlos separar, ya que si no alcanza no se podría hacer aún", contó doña Evelyn.
Dura espera.
En meses pasados, los médicos les hicieron mediciones de sus cabecitas para evaluar si la cantidad de piel que había formado gracias a los expansores alcanzaba.
"Nos dijeron que enviaron esas mediciones a España para que hicieran una impresión (en 3D) de la cantidad de piel que tenían para hacer el cálculo más certero pero no alcanzó", explicó Badilla.
Doña Evelyn asegura que a pesar de que la espera ha sido difícil, ellos saben que es la única forma de garantizar una cirugía exitosa.
“La noticia la tomamos bien, en realidad lo importante es la vida de ellos. Si la piel no alcanza la vida de ellos corre peligro, así que nos enfocamos en que la piel alcance, por eso la espera ahora es más llevadera”, dijo la mamá.
Crecen y crecen
Doña Evelyn y su esposo Stalin luchan por sacar a sus bebés adelante y cuentan que cada día están más grandotes.
"Ya no caben en la cuna que teníamos para ellos, ahora duermen en la cama de mi hijo mayor. Mi esposo lo que hizo fue hacerles unas barandas para que ellos se muevan tranquilamente", explicó la mamá.
Samuel y Ezequiel ya hablan y apenas ven a la gente empiezan a socializar.
"Son muy cariñosos, les gusta hablar con la gente. Aunque a veces hacen un gran enredo sí les entendemos. Ya nos dicen 'mamá' y 'papá' y muchas palabras más", contó.