La jubilación del antiguo director ejecutivo de la Asamblea Legislativa, Antonio Ayales, le dio a Karla Granados la oportunidad de asumir ese puesto, una meta que perseguía desde hacía 12 años.
Ella contó a La Teja cuáles son los principales retos en su nueva labor, cómo el Congreso y la gente que trabaja ahí le han dado fuerza en los momentos más duros de su vida, como cuando perdió cuatros hijos recién nacidos y hasta habló sobre un detalle muy curioso que le heredó su antecesor y guardará como un recuerdo único.
— ¿Cuánto tiene de trabajar en la Asamblea?
Treinta y un años, el primer puesto que tuve era lo se llamaba técnica de comisiones, luego un tío abuelo mío llegó a ser diputado por el Partido Unión Agrícola Cartaginés y me nombró coordinadora de despacho de esa fracción. Estando ahí se dio la oportunidad de trasladarme como profesional en Relaciones Públicas al departamento Protocolo de la Asamblea, en corto tiempo quedó libre la dirección de ese departamento y me la dieron y ahí estuve a hasta ahora.
— Cuénteme sobre usted, ¿es casada?, ¿tiene hijos?
Soy divorciada y tengo un hijo de 16 años, aunque en realidad tuve cinco hijos, cuatro son angelitos que están en el cielo. Primero quedé embarazada de trillizas, ellas nacieron a los siete meses, pero por una contaminación que tuve, el día que di a luz, fallecieron, conforme iban naciendo me las ponían en el pecho y morían, se llamaron Isabella, Camila y Valentina. Pese al dolor que pasé, la satisfacción más grande como mujer y como madre que me dio Dios fue que yo pude, en ese momento de desprendimiento, tenerlas y despedirme de cada una de ellas, yo ya era una mujer fuerte, pero eso me dio mucha más fortaleza.
Un año después quedé embarazada de gemelos, nacieron con cuatro meses y medio de gestación y uno de ellos, Emiliano, vivió solo 48 horas. El otro, José Ignacio, estuvo en cuidados intensivos cinco meses, el acompañamiento que nos dieron en el hospital de Niños fue increíble. Ya luego vivimos la ilusión de llevarlo a casa con los cuidados extremos porque nadie lo podía ver, solo yo, él no sabía comer, le costaba mucho respirar, pero gracias a Dios ahora es un muchacho sano y fuerte, hasta deportista porque es campeón nacional de boliche y nos representa a nivel internacional.
— ¿Qué la motivó para participar en el concurso para este puesto?
No salió como de la nada, hace ya doce años, cuando don Antonio (Ayales) se postulaba a una jubilación, yo decidí postularme para el último peldaño de mi crecer institucionalmente, que era la Dirección Ejecutiva, pero Antonio decidió quedarse hasta ahora. También me motivó mucho la ilusión y el disfrute que tengo por mi trabajo, aquí hay trabajadores con mucha mística, dedicados, que no se arrugan ante nada y eso me encanta.
LEA MÁS: Luis Guillermo Solís calificó el gobierno de Rodrigo Chaves y sorprendió con la nota que dio
— ¿Don Antonio le dio algún tipo de recomendación especial antes de irse?
Me dijo que cualquier cosa que necesitara no dudara en llamarlo, pero hizo algo que me llamó mucho la atención. El lunes cuando llegué había en el escritorio una bolsa de regalo muy colorida y adentro tenía una caja de galletas muy pesada, cuando la abrí vi que tenía un montón de clavos todos herrumbrados. Como me dijeron que el regalo me lo había dejado él lo llamé y me dijo que me dejó ese montón de clavos y que yo tenía que ver cómo los resolvía (contó riendo).
— ¿Cuáles son sus principales retos en este nuevo puesto?
Tenemos que entrar a la era de la digitalización del sistema legislativo, el del sistema administrativo ya ha dado pasos, pero creo que tenemos que ir, dar más. Tengo un gran reto y es conformar lo que en su momento espero llamar el Consejo de Directores, donde podamos reunirnos regularmente para analizar las situaciones puntuales de la Asamblea Legislativa para resolver algunas situaciones que se presenten, además para que nos mantengamos informados porque eso es esencial para una buena labor.
— ¿Qué piensa de que un hombre se metiera el lunes pasado a la Asamblea Legislativa, armara un alboroto y amenazara de muerte a dos diputados?
Es una señal, es una alerta que nos pone el reto de buscar soluciones. Para lo que pasó el lunes no, porque ya eso se resolvió y de la mejor manera posible, sino para que no se repita en el futuro.
Por dicha, cuando se dio este hecho, ese hombre estaba solo, pero aquí vienen grupos de estudiantes de escuela y colegio a hacer visitas guiadas por la Asamblea Legislativa, vienen también grupos de adultos mayores y cualquiera de estos grupos pudo haber estado ahí cuando se dio la situación. Eso nos da muchas alertas, tenemos que conversar mucho a nivel administrativo y político para llegar a consensos y a las mejores soluciones sin afectación a la ciudadanía.
— En su tiempo en la Asamblea, ¿ha tenido peleas con diputados?
Sí, sí, claro, a veces surgen resentimientos de que, ‘¿por qué vos atendiste a este así y a mí de esta otra manera?’, de que, ‘¿por qué a mí me dieron esto y a él ese otro?’, pero independientemente de las diferencias que hemos tenido, las hemos podido resolver y ahorita no tengo resentimientos con nadie, porque en su momento se le ha explicado a las personas el porqué se tomaron las decisiones y luego de que pasa el calor del momento, comprenden.
— ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Compartir con mi familia, me gusta pasear, pero me encanta estar en mi casa porque disfruto estar con mi gente. Tengo una única hermana y vivimos a la par, ella está casada. Tiene un hijo, mi único sobrino y como estoy separada, ellos y mi hijo son mi compañía, todo lo hacemos juntos: desayunar, almorzar.
Los fines de semana me gusta cocinar, a veces lo hago yo, a veces mi cuñado, nos encanta recibir a mis papás cuando nos visitan. Los amigos molestan a mis papás, porque dicen que es una barbaridad que sean ellos los que vengan a visitarnos a nosotros y no nosotros a ellos, pero yo creo que que se sienten más relajados viniendo a mi casa.
LEA MÁS: El Colegio de Médicos nos da 8 mandamientos para irse de vacaciones cuidando la salud
Me encanta también invitar a gente que aprecio a mi casa, que se sientan atendidos. Me gusta cantar, bailar, el compartir.
Soy una persona muy sociable y auténtica y quiero seguir siendo yo aquí en la Asamblea en esta nueva responsabilidad. Mis compañeros de trabajo ya me conocen y saben que pueden contar conmigo en todo momento, nada de eso va a cambiar.