El disfrutar de las fiestas de fin y principio de año no debe ser motivo para que descuide su salud.
Uno de los temas en los que más se falla es en la alimentación, pues muchas personas suelen comer de más y dejan de lado los hábitos alimentarios.
LEA MÁS: El Vaticano autoriza la bendición de parejas del mismo sexo
“Al tratarse de la época de festividades, tendemos a relajarnos en muchos aspectos y, con ello, damos paso a una alimentación más pesada.
“Podemos disfrutar de ricas comidas, pero debemos procurar no abrir la puerta al exceso, ya que nos puede provocar repercusiones a la salud y presentar problemas como indigestiones y cuadros de gastritis, entre otros malestares, por consumir en grandes cantidades, o bien alimentos que no son los que regularmente forman parte de nuestra dieta”, explicó la doctora Catalina Saint- Hilaire Arce, de la junta directiva del Colegio de Médicos.
Un freno al guarito
La especialista también hace un llamado para que se tome licor con medida.
Recordemos que el consumo de bebidas alcohólicas en exceso reduce las capacidades de las personas y con ello, aumenta el riesgo accidentes en carretera.
“Muchas de las fiestas a las que asistimos se hacen en horario nocturno o fines de semana, que terminan extendiéndose hasta altas horas de la noche, disminuyendo el tiempo de sueño, por lo que desplaza el tiempo dedicado para hacer ejercicios”, añadió.
Otro de los aspectos que deben cuidarse es el ciclo de sueño. Las celebraciones provocan que muchas personas duerman poco o lo hagan mal y eso puede ocasional una baja en la producción de ciertas hormonas mientras la persona descansa.
Y también es importante no dejar de lado los medicamentos que se está tomando. Hay que cumplir las horas y la cantidad de días establecida por los doctores.