El costo de la vida cada vez está más alto y las familias que menos tienen la ven fea para poder comprar ciertos alimentos como la carne, que anda por las nubes.
Y es que según el cuadro comparativo elaborado por el Consejo Nacional de Producción (CNP) esta semana para guiar a los consumidores sobre dónde pueden comprar la carne sin pagar caprichos, el kilo de bistec especial está a ¢6.316 en las carnicerías, es decir ¢2.594 más barato que si lo compra en el supermercado.
Lo que está claro es que está caro, sin importar donde lo compre, por eso ante la importancia de nutrientes que aporta la carne, La Teja consultó al nutricionista Daniel Gómez y le pidió algunos consejos para que en los hogares estén bien alimentados pese a las limitaciones económicas.
“Lo primero es que sepan que se puede hacer una dosificación del uso de las carnes, no necesariamente tienen que comerse de todo tipo y hacerlo en uno de los dos tiempos de comida (almuerzo o cena), en la otra puede recurrir a algún tipo de preparación vegetariana con alta proteína”, explicó el especialista y además vocero del Colegio de Profesionales en Nutrición.
Puso de ejemplo una combinación de un cereal y alguna leguminosa. Es decir, arroz, avena, trigo o maíz con frijoles, garbanzos y lentejas.
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“Esas pueden ser una muy buena combinación para tener una fuente de proteína, pero hay que complementarlo con una muy buena fuente de vegetales y ensalada, que también tienen proteínas de muy buena calidad. Estas siempre deben estar presentes en la dieta”, afirmó Gómez.
Ensaladas y verduras siempre
Y como las verduras pasan en un subibaja de precios, lo mejor es que vaya a la feria y aproveche comprar los que estén más baratos y haga sus propias combinaciones.
Si a usted no le encantan los vegetales, puede usar proteínas más fáciles de conseguir como el huevo o el queso tierno, principalmente.
Lo que sí advirtió el nutricionista es que a pesar de que los embutidos sean muy baratos, es mejor evitar consumirlos porque no son una buena fuente alimenticia y tienen a grasa que le puede hacer daño a su salud en el futuro.
“Lo que nosotros necesitamos de proteína al día es un 15% de todo lo que consumimos, por lo que no se estrese si no come tanta carne”, agregó el especialista.
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Incluso, todas las harinas que a veces las asociamos solo a los carbohidratos, también aportan proteína, pero prefiera las que tengan fibra porque a la hora de mezclarlos aportan muchos nutrientes.
Los frutos secos como el maní, las almendras, nueces también son una muy buena fuente de proteína y pueden ser útiles en combinación con un cereal, como por ejemplo, una tostada con mantequilla de maní o almendras.
“Ese tipo de alimentos también pueden ser caros, pero se puede hacer la mantequilla en la casa y ahorra un montón. Lo mismo pasa con el yogur, pueden usar los cultivos y hacerlo en casa y no dura ni un día, son estrategias que puede aplicar para ahorrar”, dijo el doctor Gómez.
Y el huevo, por supuesto, no puede faltar en los bolados y para no cansarse de comerlo siempre igual puede hacerse una torta de huevo, un barbudo, tortilla con huevo o usar harinas de papa, camote o yuca, mezcladas con queso tierno.
Y para que esté tranquilo, el nutricionista aclaró que no le va a pasar nada a su salud si come mucho huevo.
“El colesterol del huevo se metaboliza de una forma distinta y no se acumula alrededor de nuestra sangre, por lo que puede comer más de uno al día, incluso en todos los tiempos de comida, que no le va a pasar nada”, explicó.
Mezclar los alimentos con diferentes fuentes de proteína que no necesiten una porción muy grande también es una buena opción, como los picadillos con carne molida, los arroces con carne o pollo mechado o con trozos de carne.
Los caldos y sopas son muy funcionales como las de cabezas de pescado o las de carnes con hueso que son más baratos y alcanzan para alimentar a la familia.