Este lunes es el Día del Niño, pero muchos pequeños, en lugar de festejar, tendrán que lidiar con maltratos y burlas ya que, desgraciadamente, Costa Rica es el país con más bullying en todo el mundo.
Así lo detalla un reportaje del medio de comunicación digital DW en español. En la nota mencionan que los resultados del estudio PISA 2022 señalan que en Costa Rica 44 de cada 100 menores de edad sufren bullying.
El segundo lugar lo ocupa Kazajstan con 39 de cada 100 menores, y en tercer lugar cita a Marruecos con 37 de cada 100.
Una vecina de Desamparados, quien prefirió no decir su nombre, contó que ella sabe muy bien lo que puede causar el bullying, porque durante la escuela y el colegio lo sufrió.
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“La verdad nunca había aceptado hablar del tema porque en su momento fue muy doloroso. Siempre fui gordita y, en algunas ocasiones, me oriné en las clases de educación física. Debido a eso había un compañero que se burlaba constantemente de mí y eso me hacía mucho daño.
“Ahora que soy adulta veo a los niños que sufren bullying y me duele porque sé como se sienten. Saber que en lugar de bajar esta conducta ha aumentado es triste y preocupante, urgen acciones. Entre los papás y los maestros deben planificar programas anti bullying; además, hay que revisar los valores familiares porque estos también se han ido perdiendo.
Que Costa Rica sea el país con más bullying es vergonzoso
La psicóloga María Ester Flores dice que ella ha notado un aumento significativo en los casos de bullying, y el saber que Costa Rica es el país que más presenta este fenómeno debería causar vergüenza a la sociedad.
La especialista dice que el aumento del bullying va muy de la mano con el aumento general de la violencia en el país.
“La pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades hacen que las personas, desde los más adultos hasta los más pequeños, vivan con mucho estrés, con una desmotivación total y llega el momento en el que la mente se satura y el humano se vuelve violento.
“Las familias han tenido que enfocarse y tanto mamá como papá deben trabajar, por lo que los niños quedan solos, abandonados a nivel de vínculo y en el desarrollo de la disciplina y las habilidades básicas de vida para sobrevivir a la convivencia social”, explicó al psicóloga.
María Ester dice que, según su experiencia, desde hace unos diez años para acá se han dejado de inculcar valores en los hogares y eso ha causado una decadencia importante en el comportamiento de los menores.
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La experta señala también que los menores no saben medir cuando una broma inocente se convierte en bullying y en lugar de frenar esas situaciones más bien las ríen, las graban y hasta las disfrutan.
“Hay que hacer mucha prevención en medios de comunicación, darles capacitaciones a los profesores, a los estudiantes, a los oficiales de la Fuerza Pública, quienes muchas veces deben actuar e ir a los centros educativos. Se requiere mucho compromiso para que la sociedad y los padres de familia cambien esta situación tan preocupante”, aseguró.
Hay protocolos contra el bullying, pero no es suficiente
El Ministerio de Educación asegura que cuenta con protocolos oficiales para la atención de la violencia, y dos específicos sobre el tema del bullying.
El Protocolo de Actuación ante Situaciones de Bullying cuenta con ocho pasos, desde la detección de la información por parte de personas funcionarias, la atención inmediata de la situación, el trabajo con las familias, procesos de entrevistas, notificaciones, definir medidas y denuncias correspondientes. Dentro de esas medidas está el generar acciones específicas en cada caso particular para realizar un proceso de restauración de la convivencia y trabajar en la prevención de futuros incidentes.
Pese a que ya hay protocolos establecidos por el MEP, es claro que no son suficientes porque las cifras siguen subiendo.
Cualquier motivo o característica puede hacer que una persona se convierta en víctima de bullying: su color de piel, su estatura, su contextura física, si usa anteojos, si tiene frenillos, si es malo en los deportes, si es bueno en matemáticas.
El bullying puede darse con gestos, palabras, indirectas; también puede ser físico al involucrar empujones, jalones de pelo y volverse aún más violento. Además, puede ser cibernético, por medio de las redes sociales.
Según las estadísticas, las que más sufren este mal son las mujeres 54% contra un 46% de los hombres. Además, los menores de 11, 12 y 13 años son los que más reciben bullying.
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Es sabido que quienes ejercen este tipo de violencia, en la mayoría de casos, también lo sufren, por lo que estos deben abordarse desde todas las aristas y de una forma integral.
Los expertos recomiendan a los papás sacar todos los días tiempo para compartir con los hijos, analizar sus comportamientos, revisar sus cuadernos, hablar con ellos y poner atención para detectar si están ansiosos, deprimidos, tristes, si no tienen ganas de ir a la escuela o el colegio, si no se preocupan por su apariencia, todo eso podría ser señal de que están sufriendo bullying.