Para un niño, el día más terrorífico de su vida fue la vez que salió con su papá al supermercado y de pronto un hombre sacó una ametralladora y le mató a su papito, de 21 balazos.
Un relato tan terrorífico como este fue parte de 130 dibujos y 95 cuentos que niños de primero, segundo y tercer grado de escuela realizaron como parte de un trabajo de campo de la Universidad Nacional y de la Defensa de Niños Internacional.
El ejercicio se llamaba “El día más terrorífico” y consistía en que estudiantes de las escuelas: Quebradón (Upala), Guararí (Heredia), Jiménez (Limón), Pitahaya (Puntarenas), Torremilinos (Desamparados) y República Dominicana, en San Francisco de Dos Ríos explicaran cuál fue el de ellos y por qué.
Las historias se dieron a conocer este lunes en el Ministerio de Cultura, en San José, y demostraron que las balaceras y matanzas son pan de todos los días para muchos niños en el país. Además, que muchos de ellos le tienen pánico a Dios, que el castigo físico los aterroriza y que sufren cuando les ocultan la muerte de un familiar.
Los dibujos también revelaron que los menores de edad perciben las comunidades donde viven como los sitios más violentos y las carreteras como el segundo, por los accidentes de tránsito y por los insultos entre los conductores.
Historias de historias
Un niño, por ejemplo, dibujó cuando el perrito de la casa se escapó y al regresar, el papá le pegó una fajeada de padre y madre al animalito. Ese niño sintió el dolor de la mascota y tuvo que dormir con él.
También hay casos de violencia religiosa porque un pequeñín dibujó a Dios como un ángel en el cielo y él abajo. Explicó que Dios es superpoderoso, que todo lo ve y que castiga muy fuerte. Le tiene pavor a Dios.
Una princesita dibujó un cementerio y a unas personas. Explicaron que fue un caso de violencia de duelo.
‘Le ocultaron por mucho tiempo que un tío que quería mucho había muerto y se enteró en un cumpleaños. También pasó que a una le ocultaron que la propia mamá había fallecido”, dijo Miroslava Bonilla, una de las investigadoras que explicaba el significado de los dibujitos.
Para otro pequeñito fue cuando mataron a su papá a la entrada de su casa. La mamá le explicó que el papito no tenía plata para comprar comedera y se empezó a juntar con malos amigos y pedía prestado.
Pero la plata no le alcanzaba y seguía pidiendo prestado. Un día lo fueron a buscar para que pagara, no pudo y lo mataron.
Otra niña dibujó un pene y varios sitios (fue el único caso de violencia sexual) y la explicación es muy cruel. “Está siendo abusada”.
Ese punto llamó la atención. ¿Por qué la violencia sexual no sale como una de las más comunes?
“El proceso de violencia sexual se da en un espacio mayor de tiempo, no es fácil contar algo tan terrible en un día. Cuando hemos dado espacios más amplios empiezan a salir, pero no en el ejercicio grupal, sino de forma individual”.