Podríamos decir solamente que el aguacate Hass mexicano volvió a Costa Rica por tierra el15 de agosto recién pasado después de siete años de ausencia, cuando la empresa Pura Fruta importó 22 mil kilos.
También que el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) confirmó que llegaron tres cargamentos más por aire y otro por tierra, para un total de 45.760 kilos, pero seríamos injustos. Y no vamos a serlo.
Detrás de la importación hecha por Pura Fruta hay una gran historia humana que deseamos destacar porque el regreso del Hass al país tiene un valor sentimental muy grande para una familia tica.
Rándall Benavides Rivera, un empresario emprendedor y optimista, batalló para que el aguacate mexicano regresara al país y cuando eso al fin fue posible no pudo disfrutar el logro. Fue él quien hace 21 años fundó Pura Fruta después de trabajar muchos años en instituciones del gobierno.
Había estudiado economía en la Universidad de Costa Rica y un buen día decidió convertirse en importador de aguacate mexicano. Sabía que no era algo sencillo, pero le puso trabajo y pasión a la iniciativa.
Duro golpe
Como buen tico, aprendió rápido el teje y maneje del negocio y consolidó la empresa. Incluso estaba metiéndose con la importación de otros productos cuando le pegaron el golpe en el puro pecho porque el Gobierno prohibió importar aguacate Hass mexicano.
El argumento fue que no era sanitariamente seguro porque en aquel país se extendió la enfermedad aguacatera mancha de sol. Eso fue en el 2015.
“La empresa frenó completamente de la noche a la mañana sin justificaciones técnicas válidas, fue una medida que parecía más ideológica que técnica. Como presidente (don Rándall) de la Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos, junto con otros importadores formales, generaron una lucha constante en contra de la medida y lo absurda que era, pero no hubo respuestas positivas de parte de las autoridades.
“Muchas personas perdieron sus trabajos, sus negocios. Sin embargo, él no se daba por vencido por más que buscaron colocarle obstáculos, siguió adelante con su negocio, comercializó nuevos productos y realizó muchas exportaciones porque también apoyaba el producto nacional”, cuenta Emilia Benavides, hija de don Rándall.
“Mi papá era un hombre sumamente inteligente, sabía mucho del negocio del aguacate, les enseñó a muchas personas. Yo he recibido agradecimientos de productores de aguacate nacional por el conocimiento que él les compartió”, dice.
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Amargo 20 de mayo
Como les contamos, antes don Rándall no pudo ver que se permitiera importar de nuevo aguacate desde México.
“Lamentablemente el falleció el veinte de mayo del año pasado a causa de la pandemia, tenía 57 años y era bastante sano, pero había estado muy estresado por todas las trabas que existen para comercializar productos. Se le habían bajado las defensas unas semanas atrás y venía saliendo de un resfriado fuerte cuando se contagió de covid-19″, nos cuenta la hija con dolor.
Al inicio del contagio, don Rándall siguió trabajando, pero se complicó. “Para desdicha no encontró espacio en una cama en Cuidados Intensivos, no logró recuperarse, pero luchó durante dieciséis días. Así era él.
“Falleció un jueves y el lunes tuve que volver a la empresa a enfrentar todas las complicaciones que venían. Fue muy doloroso ya que éramos muy unidos, pero esto nos ha fortalecido. Él quería mucho a su empresa y a sus trabajadores, por lo cual, como familia, mi mamá, Patricia Rodríguez, y mi hermana, María Jesús, decidimos continuar, mucha gente nos ha apoyado y eso es lo que importa”, dice Emilia.
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En honor a su lucha
Cuando este 2022 se levantó la restricción del ingreso del aguacate mexicano hubo lágrimas en la familia de Pura Fruta.
“Ese día fue muy emotivo para todos, como él (su papá) decía siempre: ‘el tiempo dará la razón’ y así fue. Por eso decidimos importar un contenedor de aguacate mexicano, el primero vía terrestre en honor a él, fue un momento muy especial, más que lo comercial, personalmente tuvo un valor sentimental.
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“Ese contenedor significa mucho para nosotros (la familia y los trabajadores de Pura Fruta) ya que fue su lucha y no lo pudo ver, aunque sentimos que estaba con nosotros. Además representa el derecho al libre comercio y a que el consumidor elija qué desea consumir”, añade Emilia.
Este sábado 27 de agosto el supermercado Auto Mercado recibió la primera entrega de esta empresita costarricense, después sigue Megasuper.
En las próximas semanas vienen más pedidos. Cada aguacate que entregue Pura Fruta, empresa ubicada en El Guarco de Cartago, irá con la pasión y la entrega de don Rándall. Su herencia quedó en buenas manos.