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Aralia Monserrat vivió un día único este domingo en la fiesta de las Obras del Espíritu Santo.
Al salir del estadio Nacional, donde se llevó a cabo la actividad, la sonrisa en su carita lo decía todo.
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La pequeña, de siete años, viajó desde El Carmen de Alajuela acompañada de su mamá y disfrutó en grande cada detalle del fiestón organizado por el sacerdote Sergio Valverde y sus colaboradores.
Al preguntarle cómo estuvo la fiesta, dijo: “Muy bien, estoy feliz, me dieron comida y regalos y almorcé pollo frito”, contó la pequeña mientras los ojos le brillaban de la emoción.
Cherazat, también de 7 años, no dudó ni un momento en decir que lo que más le gustó de la fiesta fueron los regalos que le dieron.
El padre Sergio estuvo contentísimo durante toda la actividad, porque con la ayuda de toda la gente y patrocinadores que les tendieron la mano pudieron llevar felicidad a 35 mil niños.
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“Logramos un sueño, llegamos a la meta y la superamos por la misericordia de Dios, recaudamos todo lo necesarios para 40 mil niños, gracias a Dios y al esfuerzo de tantas personas.
“Ya son 22 años en los que hemos llevado alegría a los niños por medio de la fiesta de Obras del Espíritu Santo. Hoy estuvimos con 35 mil niños aquí en el estadio Nacional y en esta semana vamos a ir a Guanacaste, Puntarenas, la isla Chira en lancha, para Barra del Colorado también en lancha, a Telire (Talamanca) en helicóptero, y así vamos a llevar alegría a otros cinco mil niños que lo necesitan”, aseguró el religioso.
La actividad tuvo de todo un poco, inició con una oración, luego la banda de Acosta dio la bienvenida con un bello desfile al que luego se unieron otras bandas del país, entre ellas la de San Rafael Abajo de Desamparados y la de Coronado.
Luego se compartió un mensaje bíblico y el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, dio la bendición a los pequeños. Uno de los momento más emotivos de la actividad fue cuando el niño Juan Ignacio Sanabria le cantó en latín a la Virgen María.
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Después hubo un show de los payasos Los Pirulos, también competencias de atletismo y hasta una cuadrangular de fútbol.
Luego se hicieron rifas y se repartió la comida, a algunos les tocó sándwiches, a otros pizza y a otros pollo, pero todos se chuparon los dedos porque los patrocinadores se lucieron.
También se entregaron los regalos y los premios de algunas rifas y ya luego todos se fueron de vuelta para la casa, con el estómago y el corazón llenos.
Si usted quiere ser padrino de Obras del Espíritu Santo y llevar comida a diario a miles de niños de escasos recursos y contribuir con la fiesta de Navidad del próximo año, puede contactar al padre Sergio por medio de la página de Facebook Asociación Obras del Espíritu Santo.
