Después de esperar más de un año para que la autorizaran, Sofía Escalante Gutiérrez, quien ahora tiene 18 años, por fin pudo hacerse un tatuaje para recordar en la piel que en el 2015 su salud cambió para bien.
Sofía tenía meses de alimentar la idea de tatuarse y siempre fue de la mano de su mamá, Angélica Gutiérrez, a quien el tema de las agujas y las tintas no le hacía mucha gracia; de hecho, nunca antes se había marcado la piel.
“Yo no soy partidaria de los tatuajes, pero este primero sí tenía su pasión y amor particular. O sea, no me gustan los tatuajes para mí, pero sí me gusta verlos en otras personas. En esta ocasión era completamente diferente”, explica la mamá de Sofi.
Nos cuenta además que ya existía la promesa de tatuarse algo las dos y al mismo tiempo aunque no sabían qué. Lo harían cuando Sofía cumpliera cinco años de haber sido trasplantada, por eso era un tatuaje muy esperado.
A Sofí la conoció el país cuando tenía 10 años y fue la niña símbolo de la Teletón en diciembre del 2014.
Casi seis meses antes, el 21 de junio de aquel mismo año, su familia comenzó uno de los capítulos más duros porque fue cuando ella comenzó a sentirse cansada y mal.
Luego vinieron jornadas interminables en el hospital y miles de exámenes que arrojaron un resultado: leucemia mieloide, que es una enfermedad en la sangre. Necesitó un trasplante de médula ósea.
Hace casi 7 años, el 19 de noviembre del 2015, Sofi recibió el trasplante que tanto necesitaba y la donadora fue su mamá.
Quisimos seguir con detalles del tatuaje con la mamá, pero nos dijo con una sonrisa, “viera que todo lo alistó Sofi, yo solo puse el brazo con mucho amor”.
Así que conversamos con Sofía, quien nos atendió este 16 de agosto y reconoció que la idea de marcarse la piel llevaba ya muchos años en su cabeza.
“Si bien en el 2020 cumplimos los cinco años, no fue hasta este 2022 que recibí la autorización de los doctores. En el 2020 no me dieron permiso”, contó la joven.
Nos explicó la mamá que los primeros cinco años son fundamentales para una persona trasplantada de médula ósea. Si se supera ese tiempo sin complicaciones se puede hablar de que todo sigue un excelente camino, que el trasplante fue un éxito.
“Después del trasplante Sofi, por decirlo así, fue reseteada, comenzó de cero como un bebé en lo que a su salud se refiere. Exactamente como un bebé tuvo que iniciar con todo el esquema de vacunación que cumplen los bebés de cero a seis meses y después el esquema hasta los cinco años.
“Ese reseteo también significa que Sofi es un clon mío, que genéticamente es igualita a mí, por eso es tan significativo para las dos este tatuaje: cinco años del trasplante y está con excelente salud y que somos idénticas genéticamente”, comenta la mamá.
Fue en Heredia donde se hicieron el tatuaje en junio pasado. A Sofi no le dolió nada y a la mamá, por aquello, le pusieron anestesia. Como se trata de un tatuaje pequeñito en cada una no duraron más de media hora.
Las dos se lo pusieron en la parte interna del brazo y encierran un mismo sentido y amor. Sofi se tatuó la fecha del trasplante, el 19 de noviembre del 2015, también su mamá; encima de la fecha en el de Sofía dice “Por Siempre” y el de Angélica dice “Unidas”.
Debajo de la fecha las dos tienen la silueta roja de dos corazones unidos.
“Este tatuaje para mí significa muchísimo. Me gusta pensar que estoy unida a mi mamá de una manera completamente distinta y más fuerte. Este vínculo que tenemos de que me dio la vida dos veces, así que, por siempre, por siempre, vamos a estar unidas”, dice la hija con orgullo y amor.
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“Me pareció algo superlindo, algo que quería hacer hace un montón porque la relación con mi mamá es espléndida. Es una de mis mejores amigas y puedo contar con ella para lo que sea. Es algo que no podía seguir esperando para hacérmelo”, explica la hija, quien también ve el tatuaje con un regalo para su mamá. Y es el primero de ambas, el tiempo dirá si llegan más.