Un pincel, la guitarra, las pinturas, el baile y el canto son las únicas armas que decenas de nicaragüenses que viven en Costa Rica utilizan para manifestarse en contra de la dictadura impuesta por Daniel Ortega en su país.
La Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano realizó este domingo 9 de enero la actividad “Cultura de Paz”, la cual contó con varias presentaciones artísticas nicaragüenses.
La actividad se dio como protesta pacífica ante la toma de posesión de la nueva Asamblea Legislativa de Nicaragua (este domingo), y el de Daniel Ortega como presidente del país este lunes 10 de enero, luego de “triunfar” en un proceso electoral catalogado como ilegítimo por parte de la comunidad internacional.
Este espacio fue un abrazo colectivo y una expresión artística de resistencia y de formas de lucha no violenta mediante el uso del arte y de la comunicación, de acuerdo con el objetivo de la fundación.
El tema emocional para los nicaragüenses es bastante fuerte en estos días, porque para ellos significa estar otros cinco años, que es el nuevo período presidencial de Ortega, soportando torturas, escuchar sobre presos políticos y sobre todo de vivir en el exilio.
“La fundación lo que quiere decirles a los nicaragüenses con esta actividad es que estamos para ellos, que los seguimos apoyando y que les podemos enseñar otras formas de lucha, de resistir estando en el exilio”, asegura doña Claudia Vargas, oficial de programas de la Fundación Arias para la Paz.
Arte por los derechos humanos
Las actividades iniciaron a las 9 a.m., con las muestras artísticas de grupos juveniles, feministas y la comunidad LGTBIQ, quienes pintaron mensajes a favor de los derechos humanos en compañía del público asistente.
Wálter Orozco, líder de la comunicad LGTBIQ que está exiliada en Costa Rica, comentó: “Esta protesta pacífica significa mucho para la comunidad que represento porque nos permite a través del arte demostrar nuestra indignación y lo que llevamos dentro en relación al contexto que se vive en Nicaragua.
“Desde el arte y la creatividad podemos seguir resistiendo, lanzando nuevos mensajes cívicos y pacíficos y manteniendo la línea del discurso del 2018: una lucha que conserva los ideales de las nuevas juventudes en relación del régimen. Seguimos resistiendo, pero sin enfrentar con armas, trasladamos la lucha desde un enfoque artístico y así crece el empoderamiento”, dice Orozco.
El líder reconoce que al principio de todas las protestas, sobre todo de los exiliados, llevaban una carga muy grande con respecto a la lucha contra el régimen Ortega-Murillo, vivían con mucho dolor y mucha pesadez emocional, duelo e indignación.
“En los últimos tres años hemos crecido, hemos aprendido, por eso tenemos un lema que dice: ‘recuperar la alegría sin perder la indignación’. Eso significa que, seguimos resistiendo contra la dictadura, desde otras trincheras, como recuperar nuestros proyectos personales pese a estar exiliados. Vamos a derrotar la dictadura desde nuestras trincheras personales, demostrándole a Ortega-Murillo que ya superamos lo que nos quitaron y que avanzamos positivamente con nuestras vidas”, agregó el líder.
Alexandra Salgado, representante de la juventud y agrupaciones feminista, agregó: “Es importante la actividad para que se sepa que los jóvenes y las mujeres nicaragüenses siempre vamos a estar defendiendo nuestros derechos, exigiéndolos, reclamándolos, además, protestando por las presas políticas.
“Es fuerte y chocante vivir en el exilio y ver mañana (este lunes 10 de enero) la posesión de Ortega, lo cual ha sido complicado porque me ha movido demasiadas emociones, he estado un poco nerviosa porque no puedo hacer nada, pero seguimos luchando”.
A partir de las 2 p.m. se arrancó la agenda cultural a cargo de artistas como Olguita Acuña, reconocida cantautora nicaragüense, cuya música se centra en los derechos humanos y de la mujer. Asimismo, se tuvo la participación de bailes caribeños y música folclórica costarricense.
Además, la agrupación de nicaragüenses exiliados en Costa Rica “Carazo Azul y Blanco” organizó una vigilia en conmemoración de los caídos durante la “Operación Limpieza”, protestas realizadas en el 2018 en Nicaragua.
De acuerdo a los amargos datos que manejan diversas agrupaciones nicaragüenses en el exilio, desde el 2018 al día de hoy el régimen de Ortega ha asesinado a más de 500 personas y secuestrado a más de 150.
Además, provocó el exilio de más de 120 mil nicaragüenses, creó tres leyes ya para criminalizar a los opositores a su régimen, de hecho, tiene siete precandidatos a la presidencia presos, les quitó la personería jurídica a tres partidos políticos, cerró tres medios de comunicación y les quitó todas sus pertenencias. Además cerró 45 organizaciones que defienden los derechos humanos de los nicaragüenses.
Todas las actividades fueron en el parqueo de la Antigua Fundación Arias, en el costado oeste de la plaza de la Democracia, entre las 9 a.m. y las 4 p.m.