En Nicaragua se abrirán las urnas electorales este 7 de noviembre para que los ciudadanos de ese país voten por Daniel Ortega o los otros cinco candidatos presidenciales a los que el gobierno sandinista les permitió mantenerse en las elecciones.

A los partidos de oposición que ponían en riesgo que Ortega y su esposa Rosario Murillo siguieran como presidente y vicepresidenta, se les cancelaron las credenciales electorales y se detuvo a sus candidatos para asegurarse que no haya una sorpresa.

Es por eso que los nicaragüenses radicados en Costa Rica marcharán este domingo, a partir de las nueve de la mañana, desde el parque La Merced hacia la plaza de la Democracia, en Chepe, en contra de lo que ellos llaman una “farsa electoral”. Allí permanecerán reunidos durante el día en señal de protesta por lo que ocurre en su país.

Melvin Peralta, de la Articulación de Movimientos Sociales, dijo que todo el que quiera unirse a la manifestación, puede hacerlo.

“Estamos haciendo la convocatoria al pueblo nicaragüense aquí en Costa Rica, para que participe de la gran marcha azul y blanco, la cual se sumará a la gran marcha mundial que se hará conjuntamente en muchos otros países, organizadas por las asociaciones de exiliados y las diásporas”, explicó Peralta, quien tuvo que venirse a nuestro país desde hace dos meses.

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Agregó que el objetivo que buscan es que la población en Nicaragua se quede en casa, que no salga a las urnas y las calles luzcan vacías, como una muestra de rechazo al circo electoral que está montando la dictadura Ortega-Murillo en el país vecino del norte.

Estas marchas las hacen en otros países ya que en suelo nicaragüense es imposible dado el gran nivel de represión que viven.

La organización en nuestro país está a cargo de los diferentes grupos de exiliados que quieren alzar su voz y mandar el mensaje de que están lejos de casa, pero que siguen en resistencia.

No al diálogo

Además, hacen el llamado a la comunidad internacional a desconocer el proceso, a Ortega y a pronunciarse en contra del diálogo que se anuncia se hará en el país después del domingo.

“Sabemos toda la situación que vive nuestro país con los presos políticos, entonces no puede haber un diálogo cuando hay oposición en las cárceles. No puede haber nada que permita legitimar a Ortega en el poder”, recalcó Peralta.

La organización estima que marchen unas 2.000 personas por la avenida Segunda, todos guardando los protocolos sanitarios por el covid-19, aunque no descarta que puedan ser más los asistentes.

Terminada la marcha, que calculan les lleve una hora, en la plaza de la Democracia se realizará una feria, donde las pulseadoras nicaragüenses venderán sus platillos típicos y productos con los que se ganan el arroz y los frijoles cada día.

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Este sábado, además, tendrán un plantón, al que invitan a los exiliados a sumarse; sin embargo, la información del lugar y la hora será suministrada en los grupos de WhatsApp por los que se comunican, ante el temor de que la información llegue a oídos de los grupos de inteligencia del Frente Sandinista infiltrados en Tiquicia y que, al parecer, ya han atentado contra algunos opositores.

“Sabemos que la dictadura infiltra gente para ubicar a los opositores aquí en Costa Rica”, advirtió Peralta quien fue detenido por solamente ser parte del grupo de las 16 personas que el 14 de noviembre del 2019 llevaron agua a los familiares de presos políticos que estaban haciendo una huelga en la iglesia de San Miguel en Masaya.

La cercanía de Costa Rica con su tierra y la esperanza de que antes de dos años se solucione la problemática en el país vecino del norte, son las razones que lo hicieron buscar exilio en Tiquicia.

Peralta admite que todo ha sido bastante difícil porque, para proteger a su familia, se ha tenido que alejar de ella.

7 de noviembre

6 p.m. proyección de la película “Nicaragua patria libre para vivir” en la plaza de la Democracia.

Minivigilia en la plaza de la Democracia y Embajada de Nicaragua en Costa Rica