Carmen Espinoza tiene más de seis años de vivir en Costa Rica, y si hay una época que le genera mucha ilusión es la Navidad, ya que es un momento para compartir con la familia y despejar la mente antes de iniciar un nuevo año.
Y así como en todo lado, tanto en Costa Rica como en Nicaragua en estos días nos preparamos para recibir al “niñito”, a “Santa” o a “colacho”, eso depende de usted pero, ¿se ha puesto a pensar cómo lo celebran nuestros hermanos del norte?
Según nos contó Carmen, en realidad no es muy diferente a como hacemos las cosas los ticos.
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“Las casas se decoran con lucecitas y adentro las familias arman los árboles y los decoran, se tiran juegos artificiales, entonces la Navidad es casi que igual. La idea es reunirse con la familia y las amistades.
“Para Navidad, el 24, uno lo celebra en familia y la comida típica; usualmente, es un cerdo bien adobado con mostaza, salsa inglesa y ajo. A algunos les gusta el pavo, se cocinan las gallinas y como acompañamientos servimos una ensalada, puede ser arroz y puré también.
La principal diferencia es que el 25, mientras los niños de Costa Rica abren los regalos debajo del arbolito, en Nicaragua alistan las maletas para irse a la playa.
Y es que resulta que, según contó Carmen, allá es tradición pasar la Navidad frente al mar y con el sol calentando la piel
“El 25 uno va a la playa, se reúne con amigos y familiares, todos se ponen de acuerdo, se arma un paseo lindo y allá se pasa todo el día”, contó.
Afuera lo viejo
Otra tradición un poco diferente a las que tenemos los ticos, es que los nicaragüenses se preparan a lo largo de todo el mes de diciembre para recibir el Año Nuevo y lo hacen de una manera muy curiosa.
“Al terminar el año hay una tradición. Para recibir el año, uno deshecha las cosas viejas y les prende fuego para iniciar con buena prosperidad”, explicó.
“Lo que se hace es que se arma un muñeco parecido a un espantapájaros, que se mantiene a lo largo de toda la Navidad, le ponen un sombrero, pantalones, camisa, faja, zapatos y al terminar el año se le prende fuego”.
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Esa no es la única celebración que se realiza en diciembre; así como acá tenemos el Festival de la Luz, en Nicaragua se realiza una celebración muy especial en honor a la Inmaculada Concepción de María.
“En Nicaragua el 7, 8 y 12 de diciembre celebramos algo llamado La Gritería para la Virgen María”, nos contó.
¿Qué es la Gritería? Resulta que es una fiesta religiosa lindísima en la que las familias nicaragüenses preparan altares en sus casas, decorándolos con imágenes de la Virgen, flores, luces y adornos.
Una vez que están listos, las familias visitan estos altares y cantan villancicos, conocidos como “griterías”, y rezan en honor a la virgen.
En cada uno de estos altares a las visitas se les entrega “la gorra”, que viene cargada de confites, frutas frescas, y para los más pequeños hasta se meten juguetes.
“Ese día la gente que es muy devota de la Vírgen, sale y le canta, le regala cosas, juguetes, algunos dan comida”, explicó Carmen con alegría.
Al final, para cerrar el día, se hace un juego de pólvora y es normal que se toque música.
En familia
Para Carmen no ha sido sencillo pasar las fiestas lejos de su familia y, si bien acá en Costa Rica se arma un fiestón, es inevitable preguntarse, ¿adónde le gusta más pasar la navidad? Y la respuesta podría no gustarle a más de uno.
Y es que si bien disfruta mucho como la celebramos los ticos, nada puede competir con pasar tiempo con su familia.
“He pasado varios años en Costa Rica con mi hermano, hacemos una cena y lo pasamos en familia, entonces no es tan diferente, pero allá con mis hijos lo disfruto más”.
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Y si bien ya no tienen niños en la casa -- su hijos tienen 27, 26 y 22 años--, le es inevitable recordar esa época en la que sus pequeños inundaban la casa con inocencia y actitud navideña.
“A veces me decían que querían unos juguetes, unos tenis, una camisita; incluso, una vez que quería un celular, entonces uno recogía la plata y cuando iba a Nicaragua se los compraba a escondidas”, recordó con cariño.