El nicaragüense Elías Merlo tenía ocho años cuando su mamá, Janixia García, y sus hermanos, Emmanuel y Janixia, hicieron maletas para venirse a Costa Rica y tener una mejor calidad de vida.
Por eso hoy, a sus 33 años, Elías no conserva el acento característico de los nicaragüenses y más bien es llamado como “el tico” por algunos de sus compatriotas.
Merlo vive en San Rafael Abajo de Desamparados, con su pareja y su bebé Lucas Samuel, que tiene dos añitos. Dice que casi no tiene recuerdos de la Nicaragua en la que vivió en sus primeros años y hace un año tuvo la oportunidad de reencontrarse con sus raíces, gracias al futsal, deporte que practica con el equipo Joma Extremos, que está en la primera división del torneo local.
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“Nosotros nos criamos en Managua. Mi mamá era ama de casa, pero allá la vida era muy difícil y por eso ella nos quiso traer a Costa Rica, en busca de nuevas oportunidades, quería darnos una mejor vida.
“Recuerdo que fui a la escuela y sé que allá las cosas son más baratas que acá, pero mi mamá no tenía los recursos y por eso, con la ayuda de mi abuelita Ana Paula y de una amiga de mi mamá, logramos venir a Desamparados, para que ella comenzara a trabajar”, destacó.
Recién llegados a Tiquicia, doña Janixia trabajó en labores de limpieza y en la actualidad labora en un supermercado.
Oportunidad de oro
En la actualidad, Elías es pintor de estructuras metálicas. Es contratado para pintar tanques para agua y estructuras para edificios. Además, se mantiene como jugador activo de futsal, deporte que aprendió a jugar hace 10 años y que le ha dado múltiples alegrías.
Este deportista se desempeña como ala (lateral) en el equipo de Joma Extremos, que se quedó en el camino en los cuartos de final del torneo 2023 de la Liga Premier Masculina.
Merlo fue campeón de copa con Joma y campeón de Liga Premier en el 2018.
Cuando era niño, volvió a Nicaragua en dos ocasiones, pero por poco tiempo y una de ellas fue para el funeral de un tío, pero no tenía recuerdos de su patria hasta que el futsal le abrió una puerta en el 2021.
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“Allá me trataron muy bien, la gente es muy alegre, fue una experiencia que me ayudó a reencontrarme con mis raíces”.
— Elías Merlo, nicaragüense en Costa Rica
“Me llamaron de la Selección para participar del premundial, que se jugó en Guatemala y en diciembre me buscaron para que fuera a jugar con un equipo allá. Al inicio dije que no, porque mi bebé nacería en febrero del año pasado. Los dirigentes del equipo me volvieron a buscar y meses después, en junio me fui para allá.
“Durante ese tiempo solamente me dediqué a jugar e iba con muchas expectativas, porque no recordaba muchas cosas y aprovechar esa experiencia me hizo conocer cosas y personas muy buenas que dejé allá”, añadió.
El equipo que lo llamó es el Camoapa FC, un club de la localidad del norte de Nicaragua con el mismo nombre. Elías se adaptó rápidamente a su vida en tierras pinoleras y llamaba mucho la atención de sus compañeros, por su acento costarricense.
“Estar en Nicaragua fue encontrarme con diferentes costumbres, un clima muy diferente al de allá, porque el calor que hace es tremendo, además la cultura
“Iba con los ojos cerrados, porque tenía que descubrir nuevas cosas. Allá me trataron muy bien, la gente es muy alegre, la comida tiene otro sazón y al inicio la sentía más pesada que la de acá, pero no me quejo, fue una experiencia que me ayudó a reencontrarme con mis raíces”, manifestó.
- ¿Volvería a vivir a Nicaragua?
Me gustaría ir a pasear nuevamente, allá dejé muchos amigos, pero para establecerme y vivir allá no.
Sé lo que pasa a nivel político, pero no estoy muy empapado, pero sé que mi mamá sí desea en algún momento volver. Ella está muy agradecida con Costa Rica, ama este país, pero sí le gustaría ir de nuevo a su tierra natal.
¿Qué le ha dado Costa Rica?
Un hijo, conocí a mi pareja, estoy muy feliz, he hecho mi vida, amigos, me ha encantado estar aquí, me gustó mucho ir a Nicaragua, pero tengo mi vida hecha acá.
Acá no conservamos tradiciones nicaragüenses, es que nos sentimos como ticos y hasta cocinamos con la sazón tica. Nicaragua es mi patria, pero Costa Rica nos recibió muy bien y me siento cómodo acá.