Junnior Martínez nació y creció en Managua, Nicaragua. Su juventud fue agradable y hasta tuvo la oportunidad de graduarse como ingeniero civil.
No obstante, en el 2018 le tocó vivir una pesadilla cuando empezaron los problemas sociopolíticos debido a la dictadura de Daniel Ortega y como sentía que su vida corría peligro decidió venir a Costa Rica donde encontró la manera de ser feliz.
Este hombre, de 31 años, le relató a La Teja que aunque extraña su patria, se ha adaptado muy bien a Tiquicia y ya se encariñó con el país, su gente y sus costumbres, por lo que es probable que se quede a vivir aquí para siempre.
- ¿En qué parte de Nicaragua nació?
En Managua, la capital. Ahí me crié.
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- ¿Cuándo llegó a Costa Rica?
Me vine el 14 de julio del 2018, estaba iniciando la problemática sociopolítica en mi país y estaba siendo hostigado, ya no me sentía tranquilo ni seguro, entonces me vine para acá aprovechando que mi mamá vivía aquí en Costa Rica.
- ¿Dónde vivió a su llegada al país?
Cuando llegué aquí estuve viviendo un tiempo con la familia con la que mi mamá trabajaba como trabajadora doméstica, siempre les voy a agradecer a esas personas que me hayan dado alimento y un techo. Estuve viviendo con ellos tres años, pero hace un año vivo solo.
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- ¿Le costó mucho conseguir trabajo aquí?
Me costó mucho encontrar un trabajo formal, recuerdo que pasé como dos semanas sin hacer nada porque no tenía permiso de trabajo, pero luego empecé a trabajar lavando carros porque necesitaba generar dinero para mis necesidades, así estuve como mes y medio.
Ya cuando conseguí el permiso de trabajo conseguí un puesto como bodeguero, ahí estuve como siete meses y en ese periodo traté de homologar mis títulos universitarios y los documentos que traje de Nicaragua. Cuando pude hacerlo conseguí trabajo como asistente de ingeniería y después de trabajar muy duro, como cuatro meses, me ascendieron a ingeniero de proyecto. Mi primer proyecto como ingeniero responsable fue el centro de alto rendimiento del futbolista Joel Campbell.
- ¿En cuál universidad estudió?
Estudié en la Universidad Nacional de Ingeniería y saqué la carrera de Ingeniería Civil.
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- ¿Le costó mucho homologar el título?
Gasté mucha plata y tiempo para hacerlo. Fui al Conare (Consejo Nacional de Rectores) que verificó que los documentos que traje eran auténticos y legales, tardé como tres meses en eso. Después tenía que ir a una universidad para que revisara mis documentos y mi nivel académico y escogí a la UCR. En ese momento me puse nervioso porque no sabía qué me iban a decir, le pedí a Dios Todopoderoso que me homologaran el bachillerato y que yo estudiaba aquí los dos años de licenciatura, pero cuando pasó la evaluación me mandaron a llamar, me dieron una carta en la que me decían que mis notas y lo que yo había estudiado se equiparaba a la licenciatura de Ingeniería Civil que impartía la UCR. Estaba que no lo creía, era un sueño hecho realidad, hasta me subieron a un estrado para darme el título.
- ¿Cuál es la sensación de haber superado los obstáculos y trabajar en lo que tanto le gusta?
Me cuesta creerlo, me siento completo, feliz, satisfecho y agradecido por trabajar en la profesión que estudié.
- ¿Qué es lo que más extraña de su patria?
La comida es algo que extraño mucho.
- ¿Qué es lo que más le ha gustado de Costa Rica?
Me ha gustado mucho el clima, el sistema de educación y de salud, las vistas, los atardeceres, las playas y la comida también me agrada un montón, pero sobre todo me agrada la libertad que uno puede llegar a tener si hace bien las cosas.
- ¿Qué mensaje le manda a sus hermanos nicaragüenses?
Lamentable estamos viviendo situaciones que nadie quiere vivir, pero tenemos que sobrellevarlo, que estén donde estén, en cualquier parte del mundo, que sepan que poco a poco la situación va a mejorar, con nuestro esfuerzo y la ayuda de Dios.
Junnior dice que le gustaría regresar a su país a visitar a sus conocidos y a los familiares que tiene allá, pero dice que se ha adaptado muy bien a la vida en este país, por lo que ahora que le va bien en el trabajo prefiere quedarse a vivir en Costa Rica.