Nayib Bukele, presidente de El Salvador y Rodrigo Chaves tienen un secreto y van a hacer de todo por mantenerlo callado. Y es que, durante la visita del mandatario salvadoreño al país, en noviembre pasado, ambos llegaron a un acuerdo del cual el pueblo no sabe nada.
Como contexto, resulta que durante la ceremonia que se realizó en la Cancillería el pasado lunes 11 de noviembre, donde se le otorgó a Bukele la condecoración Juan Rafael Mora Porras, como parte del protocolo, se firmó un documento de colaboración entre ambos países.
El problema es que todo se ha manejado con mucho secretismo y a lo largo de todo este tiempo los ticos hemos quedado con la duda de qué fue lo que acordaron.
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Poco a poco las cosas han ido saliendo a la luz y, para este momento, ya se sabe que se trata de una cooperación entre países en temas y proyectos medioambientales y de movilidad eléctrica, así como para trabajar juntos para el desarrollar la Estrategia Nacional de Redes Eléctricas Inteligentes.
Lo que deja un mal sabor de boca es que todo apunta a que nunca vamos a conocer los resultados de ese acuerdo.
Secreto
Y es que según dio a conocer el medio salvadoreño, La Prensa Gráfica, ellos le pidieron al Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador acceso al memorándum de entendimiento que se firmó y se toparon con algo muy interesante.
Resulta que el documento deja bastante claro que toda la información relacionada con esa cooperación es confidencial.
Según el reportaje publicado por los salvadoreños, el documento incluye una cláusula que impide que se divulguen los “datos, informes y resultados”, que se obtengan a lo largo de la colaboración.
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“ (Ambos países ) se comprometen a no difundir ningún aspecto de las informaciones, datos, informes y resultados, presentados o recibidos, en el modo que sea, a los que hayan podido tener acceso en el desarrollo del mismo, ya que dicha información tendrá carácter confidencial”, se lee en la reproducción del documento que publicó La Prensa Gráfica.
Lo interesante de todo esto es que como reveló el medio, este acuerdo tiene una vigencia de tres años y entró a regir en el instante que se firmó el pasado 11 de noviembre, lo que quiere decir que por los últimos dos meses, ambos países han recolectado y compartido información y datos que el pueblo no sabe de qué tratan.