Este octubre fue pasado por agua, y ante tanta tragedia que hemos enfrentado, como pueblo hemos fijado nuestra atención en la cooperación y el mutuo auxilio. Sin embargo, no debemos olvidar que octubre siempre es el mes en el que le damos particular atención a la lucha contra el cáncer de mama que es el cáncer femenino más frecuente, además es una enfermedad tratable y de rápida recuperación cuando se detecta a tiempo.
Por eso es crucial el autoexamen mamario, el cual debe realizarse dos veces al mes (con el periodo menstrual y 15 días después), técnica que debemos inculcar en nuestras mujeres y propiciar que las madres entrenen a sus hijas desde la pubertad.
El ultrasonido mamario, es la segunda arma de detección temprana, nos permite diagnosticar lesiones minúsculas, y caracterizarlas de tal manera, que nos sugieran su potencial maligno.
La mamografía es un examen fundamental en la lucha contra este cáncer; no se utiliza en mujeres menores de 35 años, porque los tejidos mamarios a esas edades no dan una buena imagen radiológica.
Toda mujer debe beneficiarse con una mamografía a los 35 años, una cada dos años a partir de los 40 años, y anualmente desde los 50 años. Este estudio se debe realizar aún cuando no sientan molestias ni existan masas o alteraciones.
Existe la falsa creencia, que la mamografía puede dañar el pecho. La dosis de radiación es sumamente baja, de manera que es un método altamente seguro.
Cualquier lesión mamaria debe ser motivo de una valoración médica, independientemente de la edad. Masas, secreciones por el pezón, retracciones en la piel del seno, grietas, enrojecimientos y aumentos en la temperatura mamaria, son algunas de las manifestaciones del cáncer de mama. Aunque la mayoría de las pacientes sólo presentan una pelotita que pasa inadvertida.
Desconocemos la causa del cáncer de mama; sin embargo, sabemos que su frecuencia es menor en las pacientes que consumen diariamente frutas, verduras, y legumbres, así como en las que realizan ejercicio diario y tienen dietas bajas en grasa, de manera, que este es otro aporte que la paciente puede brindar en su lucha contra el cáncer.