Una tristeza embarga a los habitantes de Santa Cruz, en Guanacaste y de todo el mundo desde la noche de este viernes, cuando se enteraron de la muerte de Lola, la famosa chancha de playa Avellanas.
Esta simpática chanchita era la mascota de todos los turistas que disfrutaban de la hermosa playa y no podían creer la singularidad del animalote, caminando por las blancas arenas de la zona.
La cerdita tenía nueve años y estaba bien pochotona.
Carlos Enrique Brenes, vocero de la Federación Costarricense de Surf conoció muy bien a Lola y dice que se convirtió en todo un ícono de la playa, todo el que visitaba Avellanas se tomaba una foto de recuerdo con Lola y con el característico puente de madera que está detrás del restaurante Lola’s on the Beach, propiedad de Christie Bettinsoli y su familia.
A diferencia de otros chanchos, a Lola le encantaba estar metida en el mar, para refrescarse, por eso era lo primero que hacía apenas le abrían el corral.
“Se hizo tan famosa que solo la soltaban cuando había poca gente en la playa, bien temprano por la mañana, pero ella ya es como la cuarta generación de Lola’s, cuando muere una, traen a otra porque los Betinsoli aman los animales”, comentó Brenes.
A otro nivel
Lola se codeaba con otros famosos como ella, si no que lo diga Kelly Slater el Messi de los surfistas, para que se haga una idea del nivel de deportista y quien fuera novio de Pamela Anderson y Cameron Díaz.
Lola llegó a la playa con tan solo dos meses, luego de que Giovanni Camacho, empleado del bar y restaurante se la regalara a su jefa.
Cuando se hacen torneos de surf en Avellanas, todo mundo se vuelve loco cuando la ven salir.
Lola se la tiraba entre el mar, comer y dormir, ¿así o más relajada?
De momento se desconoce cuál fue el motivo de la muerte.
La familia compartió la noticia en las redes sociales del restaurante con varias fotos y un comentario de cuánto la extrañarán y lo mucho que la llorarán y de inmediato, empezaron a llegar los mensajes de condolencia de todos los rincones del mundo.
Con la muerte de Lola se confirma que a todo chancho le llega su diciembre.