Un tico llamado Israel Barrantes tendrá a cargo una misión de horror.
Él entregará una muñeca poseída, llamada Claribel, al museo de los Warren en Cunnecticut, Estados Unidos, donde está la famosa Anabelle, la muñeca de la película de terror que lleva el mismo nombre.
Don Israel pertenece a Legacy Warren, la fundación que realiza investigaciones paranormales y que fue creada por los dueños del museo de los Warren, Ed y Lorrain Warren, quienes inspiraron las películas El Conjuro y Anabelle.
El tico también tiene su propio sitio llamado ‘Investigación Paranormal CR’.
Historia
Detrás de Claribel hay toda una historia de terror.
El dueño de la muñeca es un mexicano llamado Alejandro Medina, quien también tiene otra muñeca poseída llamada Meche.
La Teja conversó con Israel y con Alejandro, quienes nos contaron la terrorífica historia de la nueva amiga de Anabelle.
Claribel pertenecía a una mujer joven que se llamaba Clarisa y que tenía tres muñecas de colección. Vivía en Ciudad Juárez, México.
“Un día, en el 2008, unos hombres encapuchados --un comando armado-- entraron a la casa de Clarisa y la asesinaron junto a su esposo y en el movimiento que hizo Clarisa para protegerse le cayó encima a una de las muñecas, absorbiendo parte de la sangre de la joven”, dijo don Alejandro.
Esa muñeca a la que le cayó encima es Claribel, que permaneció algún tiempo en la casa de familiares, quienes empezaron a oír, con el tiempo, manifestaciones como risas y llantos.
La mamá de Clarisa contactó a Alejandro porque tenía un programa paranormal que se llamaba ‘Está entre nosotros’ y le obsequió la muñeca.
Desde entonces (2013), don Alejandro convive con la muñeca y ha sido testigo de esas manifestaciones.
“Los familiares decían que ella se movía. Que amanecía en el suelo cuando la habían dejado arriba, que se caía y no tiene ninguna fisura, está intacta y es de porcelana”, manifestó el mexicano.
Don Alejandro dice que las facciones de la muñeca cambian, a veces parece enojada, otras veces triste, o feliz. “Tiene un rosario y se enoja si se lo quito”, dijo.
El mexicano descarta que Claribel esté poseída por un demonio, pues para él más bien el espíritu que tiene es el de Clarisa.
Explicó que quiere donar la muñeca a un sitio donde pueden hacerle estudios más profundos y el museo de los Warren le parece el sitio ideal.
Enlace
Aquí es donde entra don Israel, el tico, quien fue el enlace para que Claribel de el tenebroso paso, pues él es amigo de Alejandro y de Chris McKinnell, nieto de Ed y Lorraine y heredero del museo.
Lo que aún no está muy claro es la fecha, en un principio fue pactada para octubre, pero la pandemia la pospuso para un futuro cercano.
“Claribel ha manifestado energías a través de aparatos de medición y es increíble la energía residual que tiene”, dice Israel.
“Es mejor tenerla resguardada en el museo de la familia Warren ya que es bendecido por un obispo una vez al mes y así darle seguridad a la muñeca”, comentó Israel.
Tiene hermana
Don Alejandro tiene otra muñeca que también estaría poseída y que llegó despuecito que Claribel.
Como Claribel empezó a tener repercusión en México, otras familias contactaron a Alejandro porque tenían muñecas poseídas.
Medina fue a investigar muchas, pero con los estudios que les hizo descartó a casi todas, menos a Meche.
La historia de Meche comienza con su dueña, llamada Mercedes, una mujer que nació en Hidalgo del Parral, México.
“Siendo una mujer joven recibió un regalo de su madre, una muñeca de porcelana. Ella la cuidó con esmero, incluso casada, cuando se fue a vivir a Ciudad Juárez.
“La familia creció y ella le dijo a hijos y nietos que cuando muriera, enterraran a la muñeca con ella, ya que tenía un gran significado”, cuenta don Alejandro.
Doña Mercedes murió a los 98 años y un hijo recordó el deseo de su madre, pero por más que buscó a la muñeca, no la encontró.
“Recorrieron cada rincón de la casa y Mercedes se fue sin su apreciada muñeca”, agregó el mexicano.
Tiempo después, la familia limpió la casa y ahí sí apareció Meche. La pusieron en una caja con otras pertenencias de la mujer y vendieron la casa.
“Una nieta llamada María cuenta que desde que llegaron a la otra casa, la muñeca despedía un olor, algunas veces a flores y otras a podrido”.
Dice que la nieta no quería creer que fuera algo malo, por lo que lavó la ropita de la muñeca, pero los olores regresaban.
¡Qué susto!
A los tres años de fallecida, la familia hizo un rosario para conmemorar a Mercedes y ese día escucharon sonidos extraños donde tenían a Meche. María fue al cuarto y no notó nada.
Sin embargo, cuando terminó el rezo, volvió a ir y la encontró despeinada y con la ropa sucia, como si hubieran jugado con ella.
Después de ese episodio contactaron a Alejandro, quien se la llevó y le hizo una investigación.
Esta concluyó en que la muñeca quiere estar sepultada con su dueña. El hace gestiones para que sea llevada a Hidalgo del Parral, donde está Mercedes, y se cumpla la voluntad de ambas, pero de momento, Meche sigue con Alejandro.