Rocío Chacón es una costarricense que mide 1,85 metros y calza 44.
Tener un pie más grande de lo que los ticos, incluso los centroamericanos, consideramos promedio para una mujer, le ha traído problemas toda su vida para encontrar zapatos de su talla y cuando encuentra pasan don cosas: o son muy feos los de mujer o sencillamente son de hombre.
Desde chiquilla, Rocío ha tenido un pie por encima del promedio tico de la mujer. “En la escuela y colegio fue dificilísimo para mi familia encontrarme zapatos. No se me olvida que en el colegio incluso me tocó ponerme con un número menos porque no había de mi talla y era eso o de hombre.
“Toda la vida el problema ha sido conseguir zapatos de mi talla. La gente me dice, vaya aquí o vaya allá, de fijo ahí consigue y no, no hay. Cuando alguna zapatería de casualidad tiene, no son tan bonitos o eso es lo que hay, compro esos o nada. Pocas veces puedo comprar lo que me gusta, tengo que comprar lo que hay”, explica Rocío, quien es de Pital de San Carlos.
Terror en la boda
Una de las anécdotas que más han marcado la vida de Rocío, con el tema de los zapatos, la vivió en el 2015, año en que se casó.
“Experimenté un tremendo temor con los zapatos para mi boda. Era demasiado. Tanto así que me los mandé a traer del extranjero con mucho tiempo de anticipación, pero nada que llegaban y entonces me mandé a traer otros, pero tampoco llegaban conforme se acercaba la fecha de la boda.
“Ya desesperada, faltando una semana para la boda, salí corriendo con demasiado temor por cuanta tienda encontré y sí pude encontrar unos más o menos. El día que me iba a casar tenía tres pares de zapatos para escoger porque ya habían llegado los otros dos. De esos tres, usé dos el día que me casé”, cuenta la pitaleña.
Ya de adulta (tiene 35 años) se puede defender mejor para buscar en otro país zapatos de mujer por encima de la talla 41. Algunos, pero muy poquitos lugares del país, por ahí en ocasiones tienen, pero en general, a Rocío el 95% de las zapaterías le dicen que no tienen talla 44.
Con lo que le va mejor es con las tenis. “Son muchas las veces en que me tengo que comprar tenis de hombre que no son tan masculinas y que me gustan. Uno de los problemas es encontrar lo que me gusta, en Costa Rica he tenido que comprar lo que hay, no lo que realmente me gusta. Con las tenis sufro menos porque compro de hombre o mando a traer afuera”, reconoce.
Tremenda salvada
Como siempre anda buscando zapatos de su talla y opciones para comprar, Rocío conoció a Margot Rojas Esquivel, quien calza 43, y también vive el calvario de encontrar bonitos en el país.
Margot tiene todo de emprendedora y como le toca irse para Estados Unidos a encontrar cachos, un día entendió que ella no debía ser la única en Costa Rica con ese problema.
Fue así como se decidió a arriesgarse y se trajo una buena cantidad de zapatos de tallas por encima del 40 y que consideró lindos.
LEA MÁS: Influencers de otros países desnudan inseguridad de Costa Rica ante todo el mundo
Trajo de todo: sandalias, botas, zapatos cerrados, abiertos, con tiras, en fin, se volvió loca de la felicidad comprando porque sabía que alegraría a muchas mujeres.
Sí alegró a muchas, pero no se vendieron a buen ritmo, por eso casi deja el emprendimiento tirado; sin embargo, poco a poco comenzó a hacerse de clientes y a vivir momentos de tremenda alegría con mujeres que hasta le han llorado contándole que nunca en su vida habían podido comprar aquí un par de zapatos que le quedaran. Eso la impulsó a mantener su negocito, llamado “A tu medida”.
“Es frustrante para una llegar a una zapatería a escuchar lo mismo de siempre: ‘De esa talla no hay’. Y si hay, son bien feos”, explica Margot.
Hace como dos meses se le ocurrió hacer un video para explicar su negocio y el asunto ha caminado muy bien, ahora los trae por encargo.
“Es un tema que también nos pasa por lo sicológico a las mujeres que calzamos por encima del promedio. Hay demasiadas personas que hacen comentarios hirientes por nuestros pies.
“Muchas mujeres prefieren no ir a actividades de la familia, de amigos, del trabajo, porque no logran encontrar zapatos, otras se meten zapatos a la fuerza y hasta se lesionan los pies.
“Esto no es solo de traer zapatos grandes, es un tema que va más allá. Es darles una alegría a muchas mujeres, permitirles que también puedan lucir con felicidad y orgullo su calzado. Yo lo viví y lo vivo, por eso las entiendo”, asegura Margot.
LEA MÁS: “Con Dios en mi corazón pude perdonar a quienes casi me matan”
Para ubicar a Margot la puede llamar al 8842-1940. También por medio de sus redes sociales, en Facebook “A tu medida” y en Instagram: “a_tu_medidacr”.