Carmen Molina tuvo que esperar tres días sentada en una silla por una cirugía de vesícula porque no había una cama libre en el hospital de San Carlos. La posición en la que estuvo hizo hasta que se le hincharan las piernas.
En ese mismo centro, Sebastián Robles pasó cuatro días, entre una silla y sillón para que le atendieran una pancreatitis.
Otra paciente de nombre María Yessenia Arias estuvo, al menos, tres días en urgencias esperando ser atendida por piedras en la vesícula mientras su preocupación aumentaba porque sus hijas de tres y 12 años la esperaban en casa.
Esos casos fueron descubiertos en un recorrido hecho por funcionarios del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines el jueves 15 de febrero.
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También visitaron el hospital San Francisco de Asís, en Grecia, ahí se encontraron a Francisco Herrera, quien sufrió un infarto y llevaba cuatro días esperando los exámenes para saber cómo estaba su salud.
Además, Ana Rosa Mora pasó toda una noche sentada en una silla en emergencias, luego de sufrir, en apariencia, un infarto.
Otro centro médico visitado fue el hospital San Rafael Alajuela, donde Ligia Vega, quien padece problemas del corazón, estuvo dos días sentada en una silla de ruedas en mal estado, hasta que logró obtener una cama y esperar ser atendida como corresponde.
En una conferencia de prensa que se llevó a cabo este miércoles 21 de febrero, el sindicato denunció que los hospitales están urgidos de una solución, ya que, por falta de personal, muchos servicios están saturados, sobre todo los de emergencias.
“Se confirmó que el recurso humano institucional es insuficiente y se reportan casos en que se imposibilita cubrir la demanda con tiempo extraordinario debido al agotamiento del personal de salud, quien confirma sufrir el síndrome de burnout o desgaste profesional, mejor conocido como quemado”, dijo Hugo Lenín Hernández, secretario general del sindicato.
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Servicios saturados
Pero no solo en esos hospitales se da saturación, en el Enrique Baltodano Briceño, en Liberia, informaron que el servicio de emergencias estaba, este lunes 19 de febrero, en un 150% de saturación, mientras que en el hospital La Anexión, de Nicoya, la saturación ascendía a 188%, y de nuevo, el fin de semana pasado funcionó sin médico pediatra y los casos de menores de edad debieron ser asumidos por un médico general.
En el hospital Fernando Escalante Pradilla, en Pérez Zeledón, también hay saturación. En los ebais de la zona pasa lo mismo porque no hay capacidad para atender las emergencias porque sus cupos se llenan con los pacientes crónicos.
Otros datos del sindicato revelan que el Hospital San Juan de Dios experimentó, el pasado 7 de febrero, una saturación en el servicio de emergencias del 170%. El lunes 19 la capacidad del servicio estaba en un 200%, ahí laboran 25 enfermeros, 68 auxiliares y 37 asistentes de Pacientes para atender los tres turnos de emergencias.
El servicio de emergencias del San Juan de Dios atendió durante el 2023, 113.600 pacientes, se hospitalizaron 15.239; de los cuales 1.325 se reportaron en rojo y lamentablemente 725 fallecieron.
El secretario del sindicato dice que la crítica situación se agudiza ante la estancada capacidad en renovación de infraestructura y a la escasa o nula creación de plazas.
Ola de violencia
Hernández dice que la ola de violencia que vive el país es otro de los factores que ha hecho que los servicios de emergencias colapsen.
Además, el repunte de casos de covid-19 registrados en las últimas semanas, también ha hecho que se atiendan más pacientes y han causado incapacidades del personal médico que se ha contagiado.
“Solicitamos con respeto y vehemencia adoptar las medidas necesarias para amortiguar el impacto que está generando esta situación. Es urgente declarar emergencia institucional, la sobresaturación del sistema de salud y tomar medidas a corto plaza como lo son:
- Reforzar el recurso humano en enfermería en los centros médicos.
- Habilitar los segundos e inclusive terceros turnos en clínicas y ebais de áreas críticas.
La Teja consultó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) su posición sobre la denuncia del sindicato y Wilburg Díaz, gerente Médico de la Caja, dijo que están trabajado en mejorar la situación.
“Durante los últimos meses a nivel de todos los servicios de urgencias, tanto de los hospitales nacionales como regionales, se ha venido experimentando un incremento en las atenciones, ese aumento en algunos casos son de origen epidemiológico como las que hemos vivido después del covid-19 con enfermedades respiratorias.
“También el tema de la violencia no deja de ser un factor detonante e importante que afecta los servicios de emergencias, no solo la violencia que ocasiona homicidios, sino también la violencia en carretera por los accidentes de tránsito”, explicó Díaz.
El médico dice que han tratado de acomodar el personal a como han podido para cubrir de la mejor manera las emergencias y que están analizando la contratación de más funcionarios.