María Elena Mora Mora puso el despertador para levantarse a las 4 de la mañana de este miércoles porque sentía la necesidad de ir a recibir algo que la hace inmensamente feliz.
Ella es vecina de Santa Teresita de Aserrí y es católica, así que quería asistir a la misa del Miércoles de Ceniza con el que arranca la cuaresma, una época muy especial de preparación en la fe católica.
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“Yo siempre vengo a misa a la parroquia de San Rafael Arriba de Desamparados. Como trabajo no podía venir a ninguna de las otra de las misas, pero me parece excelente que haya una a las 5 a. m. para todas las personas que trabajamos y salimos tarde.
“A mí no me gusta faltar a esta misa del Miércoles de Ceniza porque hoy empezamos a caminar con Dios, son cuarenta días en un desierto, para mí todo esto simboliza algo demasiado especial. Este año tengo muchas cosas que ofrecerle a Jesús, así que trato de estar lo más cerca de él posible y el recibir la cruz de ceniza definitivamente me hace sentirme más cerca de Él”, contó la fiel.
María Elena dice que lo más grande que tiene en su vida es el amor a Dios, así que se siente feliz de tener la oportunidad de ser parte de esta celebración.
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Tres grandes herramientas
El sacerdote Juan Francisco Catalán fue el encargado de celebrar la misa tempranera y fue muy claro en que en este tiempo de cuaresma los católicos deben usar tres poderosas herramientas: la oración, el ayuno y la caridad.
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Con estas tres acciones se pueden controlar los afanes del poder (para quienes se creen superiores), el placer (en cuanto a la comida y la sexualidad), y el tener (los que no se conforman con nada y buscan más y más bienes materiales).
El cura dijo que el imponer la ceniza a la gente demuestra la necesidad de los fieles se estar cerca de Dios y pedirle que sea Él quien guíe sus pasos.
En los próximos cuarenta días los católicos estarán en un tiempo de penitencia y reflexión para prepararse para la fiesta de la pascua, que es la resurrección del Señor.