Ileana Ramírez Granados es un claro ejemplo de que los ticos normalizaron el pagar por servicios médicos privados por las decepciones que se han llevado con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Ella vio morir a su mamá, Mercedes Granados, y a su hermana, Ana Cecilia Granados, con menos de tres meses de diferencia luego de que, asegura, les tocó batallar contra la atención de la Caja.
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La vecina de Heredia contó que su mamá sufría de dolores fuertes en el pecho y pese a que la llevaron varias veces a clínicas y hospitales públicos, donde les dijeron que no tenía nada. Tiempo después a la señora le dio un infarto que la dejó muy mal.
Después la llevaron donde una cardióloga privada, quien sí identificó que tenía las válvulas del corazón muy dañadas, dictamen que nunca le dieron en la Caja.
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Doña Mercedes falleció el 6 de diciembre del año pasado porque su cuerpo ya estaba muy débil.
Un mes después, en enero de 2024, cuando aún la familia estaba muy afectada por la muerte de la mamá, fue la hermana de Ileana, Ana Cecilia la que se enfermó. Ella fue llevada a un hospital público y le detectaron una infección urinaria.
Pasó 15 días en una silla de ruedas, ahí tenía hasta que dormir, Ileana se tuvo que pelear para que le dieran una cama y lo logró.
La situación de la paciente se complicó y le detectaron un problema en el corazón, por lo que la mandaron a otro hospital de la Caja para operarla. La cirugía salió bien, Ana Cecilia se estaba recuperando, pero días después, según Ileana, a su hermana le habrían hecho un procedimiento en el que se habría complicado y murió.
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Prefiere pagar antes que ir a la Caja
La mujer cuenta que cada vez que ella tiene una dolencia, hace un esfuerzo económico y busca primero la medicina privada, porque no siente confianza en la Caja.
“Cuando uno va a la Caja es una pesadilla. A raíz de lo que pasó con mi mamá y mi hermana me puse a hacerme exámenes médicos porque me preocupa tener alguna enfermedad y no saberlo.
“Siempre que me hago exámenes en la Caja me salen los triglicéridos altísimos, los he tenido hasta en 1.700, pero no me mandan nada. Busqué una doctora privada que me mandó unos medicamentos y ya los bajé a 200.
“También me hice un electrocardiograma y me detectaron un problema en una válvula del corazón, entonces fui a la Caja porque ya pagar un cardiólogo sí me sale muy caro, me revisaron hace cuatro meses en la clínica y me dijeron que me iban a remitir al hospital de Heredia, que ellos me iban a llamar para darme cita, pero aquí estoy esperando”, relató.
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El caso de Ileana no es aislado, un estudio de la Universidad de Costa Rica reveló que pese a que las personas pagan puntualmente su seguro, cuando tienen una dolencia prefieren hacer el esfuerzo de buscar un médico privado para no ir a la Caja.
“Aunque el 86,4% de las personas que respondieron la encuesta dijeron estar aseguradas, dos terceras partes (65,1%) afirmó que el tiempo que debía esperar para recibir un servicio de salud era un motivo fuerte para evitar ir a una consulta ante un médico de la Caja.
“En cambio, cuando se trata de realizarse cirugías, la CCSS es la primera opción para el 83,1% de la gente, sobre todo aquellas personas con grandes dificultades económicas, con primaria incompleta y con 50 años o más. Cuando el sistema de salud público no es primera opción es en el momento de obtener medicamentos (solo el 32,7% dijo preferirlo para este fin)”, informó la UCR.
La Teja consultó al departamento de prensa de la Caja a qué se debe que la institución no tenga la capacidad de atender de forma breve y eficaz a todos los asegurados, y también qué acciones tiene contempladas para solucionar a corto plazo la poca disponibilidad de citas en ebáis, clínicas y hospitales, así como las listas de espera.
Además, consultamos si consideran justo que las personas que pagan el seguro puntualmente tengan que pagar servicios privados cuando se enferman, porque la Caja no tiene la capacidad para atenderlas, pero aún no hemos recibido respuesta a las consultas.