Tatiana Solano es una desamparadeña que tiene problemas de salud desde hace dos años, pero todavía no está segura de qué tiene porque no le han dado un diagnóstico.
Sus problemas empezaron justo después de que su mamá, Sandra María Durán, falleció de cáncer.
Cuando a la señora le diagnosticaron la enfermedad, ya estaba por todo el cuerpo, por lo que ni siquiera supieron dónde empezó.
Luego de la muerte de la señora, Tatiana empezó a perder peso sin hacer ningún tipo de dieta. En total perdió 20 kilos.
“Además me empezó a dar un cansancio muy grande que a veces hace que ni siquiera pueda levantarme de la cama. También empecé a tener sangrados rectales esporádicos.
“En aquel momento saqué varias citas en el ebais de San Rafael Abajo de Desamparados, pero la doctora ni siquiera me revisaba, solo me decía que eso me daba porque yo padecía de fibromialgia (condición crónica y compleja que causa dolores generalizados y un agotamiento profundo)”, explicó Solano.
Varias veces le hicieron exámenes y algunos salieron un poco alterados, con los glóbulos rojos altos y los blancos bajos, pero nunca le mandaron nada para regular eso.
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Dolor y operación
Desde hace como año y medio Tatiana empezó a sentir un dolor en la parte media de la espalda, que se le extiende internamente como hacia el estómago, la acompaña día y noche, no hay nada que se lo quite.
Después, entre el montón de citas que tuvo, le detectaron tres lipomas (bultos de grasa) en el estómago y le hicieron dos operaciones para quitárselos.
“Me hicieron biopsia de los lipomas y todo salió bien, pero yo empecé a tener dolores estomacales muy fuertes, casi no me daba hambre y si comía algo, me daba una acidez terrible.
“Hace cinco meses murió mi papá, Luis Enrique Solano, le detectaron un cáncer gástrico y a los dos días falleció, eso me preocupó mucho más”.
Para esos días le hicieron una gastroscopía en el hospital San Juan de Dios y la doctora le dijo que veía unas erosiones en el estómago que no le gustaban, así que le pidió autorización para hacerle una biopsia.
En el resultado salió que tenía la bacteria H Pilory, que causa gastritis, úlceras y según le dijo la especialista, hasta cáncer.
“Me dieron una receta con unos medicamentos fuertes que tenía que tomarme para matar la bacteria y me dijeron que fuera a pedirlos a la clínica Marcial Fallas, en Desamparados y que ahí me darían seguimiento, pero ni me dieron los medicamentos, ni me llamaron para el seguimiento.
“Como yo sabía que era algo urgente, volví al San Juan de Dios y me ayudaron dándome los medicamentos. Me los tomé al pie de la letra durante 14 días”.
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Situación empeoró
Se suponía que después de terminar el tratamiento en la Marcial Fallas tenían que hacerle una gastroscopía para ver si los medicamentos habían dado resultados, pero nada que la llaman.
“Pedí que me cambiaran de doctor en el ebais y saqué cita, el nuevo médico me mandó exámenes, porque seguían las náuseas y los dolores estomacales. Salí con hepatitis y los glóbulos rojos muy altos y él me dijo que eso era una mala señal, que mi cuerpo estaba luchando contra algo, así que me mandó una referencia urgente a la Marcial Fallas para una colonoscopía.
“Cuando llegué a pedir la cita me rechazaron la referencia porque no habían adjuntados los exámenes de laboratorio, así que volví al ebais y el doctor dijo que cómo iban a decir eso si ellos podía ver los resultados de los exámenes en el sistema, así que me dio una nueva referencia urgente. Cuando entregué los papeles me dijeron que ellos me llamaban para decirme cuándo me hacían el examen”, relató.
La situación de Tatiana empeoró hace unas semanas. Un día estaba acostada y como a las 11:30 p. m. sintió un dolor muy fuerte en el estómago, fue al baño para dar del cuerpo y vio un gran sangrado, su esposo le dijo que era mejor que fueran al hospital, pero ella en un primer momento no quiso.
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Se volvió a acostar, pero el malestar siguió y luego sintió muchas ganas de vomitar, así que de nuevo se fue para el baño, al ver que estaba casi descompuesta aceptó que se la llevaran para emergencias del CAIS de Desamparados, ahí le hicieron exámenes, le pusieron suero y luego la mandaron para la casa.
Desde ese día los sangrados rectales de Tatiana son abundantes y diarios y ya los médicos descartaron que se trate de hemorroides.
“Ya no sé qué más hacer, he pedido ayuda en todo lado y siempre me remiten a la Marcial Fallas con carácter de urgencia y ahí no me dan pelota, la última referencia fue de una rectoscospía y tampoco me da razón. A estas alturas ni siquiera sé si tengo todavía la bacteria en el estómago o no.
“Un día de estos vi en el EDUS (aplicación de la Caja) que ya me habían dado uno de los exámenes urgentes en la Marcial Fallas, me lo pusieron para octubre del otro año, pero yo así no puedo esperar tanto, todos los días me descompongo y luego voy al baño y sangro mucho”, manifestó.
Tatiana vive con su esposo y sus dos hijos, pero la situación económica que tienen es tan complicada que están viviendo en la casa de un hermano de ella. Debido a la pandemia tuvieron que dejar la casa que alquilaban, porque sus hijos se quedaron sin trabajo.
“La colonoscopía sale como en ¢175 mil, la gastroscopía en ¢75 mil, las biopsias de cada examen en ¢30 mil cada una, y un TAC que recomendó un doctor en ¢185 mil. Estoy haciendo una rifa de una canasta de víveres para empezar a recoger la plata, después de esta seguro haré otra, para recoger alguito más”, expresó.
La Teja consultó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a qué se debe el atraso en los exámenes de Tatiana y aunque dijeron que iban a tramitar la pegunta, al cierre de edición aún no había respuesta.
Si usted quiere echarle una manita a Tatiana comprándole un número o haciéndole un SINPE móvil, puede contactarla al teléfono 6429-5008.