Una fiel devota al Santo Cristo de Esquipulas fue a la procesión de este domingo en medias y con el corazón lleno de alegría.
Ya es una tradición que cada año, en las fiestas del Cristo Negro, se haga una procesión desde la Catedral Metropolitana hasta el Santuario Nacional, en Alajuelita.
Hace dos años, Kattia Alfaro le prometió al Cristo Negro que si la ayudaba a comprar la casita que tanto quería y necesitaba, iría el siguiente año a la procesión sin zapatos y así lo hizo.
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Hace cuatro meses Kattia estrenó su casa y está que no cabe de la felicidad y del agradecimiento con el Cristo Negro.
“Vengo a darle gracias a Dios por todas sus bendiciones, tengo una promesa que pagar y aquí estoy, por eso vengo descalza. Mi familia y yo estamos estrenando la casita que tanto le pedimos a Dios y eso me llena de felicidad.
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“Nosotros somos de Alajuelita y ahí nos dio Dios la casita. Hace dos años empezamos a luchar por ese sueño y ya lo conseguimos, gracias a la ayuda de nuestro Señor”, dijo la mujer llena de emoción.
La vecina de Alajuelita dijo que no había dolor que importara por ir sin zapatos, que lo único que sentía era satisfacción por ver hecho realidad el sueño que tanto le pidió al Santo Cristo de Esquipulas.
Kattia fue a la actividad acompañada de su hija, Raquel Lazo, quien al igual que su mamá no cabe de la felicidad de tener su casita.
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“Es demasiada la emoción que sentimos de estar aquí agradeciendo a Dios todas las bendiciones que nos ha dado, principalmente de nuestra casa.
“Siempre hemos sido devotos al Cristo Negro, todos los 15 de enero toda mi familia va a la misa en el Santuario, aunque tengamos que sacar vacaciones en el trabajo, lo hacemos porque es una fecha especial para nosotros”, dijo la joven.
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Raquel reveló lo que también suele pedirle al Negrito, como le dicen al Cristo.
“Mis abuelitos ya son adultos mayores, así que le pido a Dios que los proteja siempre porque ellos son mi adoración. Mi mamá es la que los cuida, así que también le pido a Dios que cuide a mi mamá, que le dé sabiduría y paciencia para que ella pueda seguir viendo por ellos.
“Además, ruego a Dios que nos mantenga con salud y trabajo a mi papá y a mí para poder seguir sacando adelante la casa. Antes teníamos una casita muy humilde, ya casi que se nos volaba el techo, pero ahora tenemos una casa bonita. Nunca pensamos que íbamos a llegar a tener una casa así, pero el Santo Cristo de Esquipulas nos la dio”, relató la muchacha.
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Pide a Dios por suegra enferma
Luz Marina Campos es otra vecina de Alajuelita que hizo el recorrido con mucha fe.
“Vengo a darle gracias al Cristo Negro por todas las bendiciones que me ha dado. También vengo a pedirle por mi suegra que está muy enfermita.
“Vengo a pedir sanidad espiritual para ella, así como paz para toda la familia. Yo soy de Pérez Zeledón y hace unos 33 años me vine para Alajuelita y desde entonces soy devota al Cristo Negro”, manifestó.
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Leticia David fue otra de las fieles que estuvo en la peregrinación y lo hizo con una imagen que tiene del Santo Cristo de Esquipulas que es muy especial para ella, incluso la tiene siempre en un lugar especial en el cuarto en el que ella duerme.
Leticia es Hondureña y curiosamente el pueblo en el que vivía en su país natal era devoto al Cristo Negro. Hace 45 años se vino para Costa Rica a vivir a Alajuelita, otro lugar dedicado a dicho santo.
“Es una bonita casualidad, siempre, desde niña, he sentido que el Santo Cristo de Esquipulas me cuida y me bendice, por eso vine a darle gracias”, dijo la mujer.
Douglas Sandí es otro de los fieles que este domingo fue a la procesión y además de salud, pide paz para el país.
“Para mí venir a esta procesión es una tradición familiar. Vengo a pedirle por la seguridad del país y que nos ayude en los difíciles momentos políticos que estamos viviendo en nuestra nación”, expresó.
Douglas dijo que también quiere pedirle a Dios que ilumine al pueblo de Costa Rica de cara a las elecciones presidenciales del próximo año, porque el país necesita un buen líder.
Por la 41
En la procesión también nos encontramos a un saprissista llamado Eduardo Mora. Él llevaba una gorra y encima un casco morado que decía Saprissa.
Eduardo contó que fue su esposa quien le inculcó la fe por el Cristo Negro y ahora la acompaña todos los años a la procesión que sale de la Catedral Metropolitana y llega al santuario de Alajuelita.
“Le pido a Dios que me dé salud y trabajo, porque eso es lo más importante. Vino mucha gente y eso es bonito, significa que hay fe”, expresó.
Al consultarle al fiel por qué andaba el casco del conjunto morado, dijo que también le pide a Santo Cristo de Esquipulas un campeonato.
“Le pido a Dios que ganemos la 41, todavía nos duele que nos eliminaran en el campeonato pasado, esperemos que este año la historia sea diferente”, aseguró el morado.
El padre Sergio Valverde le puso alegría a la celebración
El padre Sergio Valverde le puso alegría a la celebración porque esperó a los fieles que iban en procesión en su parroquia, en Cristo Rey, y hasta bailó con ellos.
El cura se mostró muy preocupado por la ola de violencia que está viviendo el país y dijo que lo que la sociedad está cosechando hoy, es lo que sembró hace algunos años.
“La pérdida de valores y el alejarse de Dios nos lleva a la violencia, si nos acercamos a Dios, Él nos va a enseñar lo que es la paz, la misericordia, la bondad. La Biblia nos dice: ‘no robarás, no matarás’, todas estas cosas se evitan acercando los niños a Dios, porque cuando están pequeños es que aprenden muchas cosas para bien o para mal; hay que tener cosas preventivas para que la gente pueda, más que cambiar, perseverar por el buen camino.
“Por muchos años los valores se quisieron quitar, recuerden que no hace mucho tiempo quería quitar hasta a Dios de la Constitución, bueno, este es el fruto, ahí tienen lo que sembró ayer con esos temas; no dejaban llegar a Dios a las cárceles, no nos dejaban entrar a los sacerdotes ni a nuestros hermanos pastores, bueno ahí no pudimos sembrar y ahora estamos cosechando todo eso, pero a la vez estamos nuevamente y gracias a Dios sembrando para poco a poco revertir toda esa ola de muerte”, aseguró el religioso.
Luego de la parada que los fieles hicieron en Obras del Espíritu Santo, continuaron la peregrinación hacia Alajuelita, donde llegaron a las 11 a. m. La celebración terminó con una misa.