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Mujer cuenta cómo fue estar internada en el Sanatorio Durán, ¿asustaban por las noches?

María Cristina Mendoza estuvo internada en el Sanatorio Durán cinco años antes que cerraran el histórico hospital

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Con tan solo cuatro añitos, en 1968, María Cristina Mendoza López estuvo internada en uno de los lugares con más mística de todo Costa Rica: el Sanatorio Durán, en Oreamuno de Cartago.

Mirador Potrero Cerrado Cartago
El Sanatorio Durán causa terror en algunos y curiosidad en otros, ¿se imagina estar internado ahí? Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)

Conocido por algunos por sus historias de supuestos fantasmas y, por otros, por su importancia en la medicina de Costa Rica. Lo que nadie puede negar es que el Sanatorio Durán genera muchísima curiosidad, por esa razón, cuando nos enteramos de doña María Cristina, no podíamos dejar pasar la oportunidad de sentarnos a conversar con ella.

Hoy, con 61 años y la memoria un poco más “jodida”, como nos dijo, apenas tiene recuerdos de esa lejana época.

Doña María Cristina era solo una niña cuando estuvo en el Sanatorio Durán.
Doña María Cristina era solo una niña cuando estuvo en el Sanatorio Durán. (Cortesía: María Cristina Mendoza/Cortesía: María Cristina Mendoza)

“Creo que estuve entre los 4 y los 5 años, fue más o menos por esa edad”, nos contó.

“No te puedo decir cuánto tiempo duré ahí adentro, porque era demasiado pequeña y tengo apenas unos recuerdos, pero sí sé que salí rápido porque estaba en la escuela.

“De ahí, cuando me sacaron, me refirieron y estuve en control en el Ministerio de Salud, pero fue por muy poco tiempo, mientras me recuperaba de los pulmones.

Y es que doña María Cristina, así como los cientos de personas que pasaron por este centro médico, ingresó por una tuberculosis.

Aunque cueste creerlo, el Sanatorio era uno de los mejores centros del mundo para tratar la tuberculosis. Foto: Archivo.

“Tenía un problemita en los pulmones, tenía tuberculosis y por eso es que me refirieron ahí”, nos explicó.

“Tenía como unas manchas en los pulmones, al menos eso es lo que yo oí, lo que me cuentan. También, estuve a punto de perder un ojo, porque como que se me estaba yendo la pupila para arriba, entonces por todo eso fue que me refirieron. ¿Qué me hacían o qué no me hacían? Eso sí, no puedo decirte”, señaló.

Hay que recordar que el Sanatorio nació en 1915, pero abrió sus puertas hasta 1918, por iniciativa del Dr. Carlos Durán Cartín, también expresidente interino de la República (1889-1890).

Resulta que una de las hijas del doctor se había contagiado de tuberculosis y, en un intento por curarla, buscó por todo el mundo los mejores centros médicos. Esta búsqueda lo llevó a los Estados Unidos, donde conoció el prestigioso sanatorio Loomis, dirigido, en su momento, por el Dr. Charles Loomis, una de las grandes mentes en la lucha contra la tuberculosis.

Un busto de bronce del doctor Carlos Durán Cartín será develado este viernes 12 de noviembre en el Sanatorio Durán que él mismo fundó en 1918. La obra fue hecha por el escultor tico Luis Alonso Ramírez, fue develada el 12 de noviembre del 2021
El doctor Carlos Durán Cartín fue en encargado de fundar el Sanatorio Durán, el Hospital Psiquiátrico Manuel Antonio Chapuí y la Escuela de Enfermería de Costa Rica. Foto: Archivo (Cortesía)

Ahí se empapó de esta enfermedad y, considerando que no había centros médicos para tratar la tuberculosis en la región, se trajo su conocimiento para Costa Rica, donde fundó el Sanatorio.

Ahora, no piensen que fue un centro médico del montón; en realidad, jugó un papel importantísimo en la lucha contra la tuberculosis en el país durante el siglo XX, incluso, llegando a convertirse en un modelo para toda Centroamérica y compitiendo con los mejores centros médicos de Europa.

En su época de oro, el Sanatorio tenía suficientes camas y personal para albergar hasta a 300 pacientes y estaba equipado con la mejor tecnología de la época.

No obstante, como la medicina y los tratamientos avanzaron a tal punto que era casi que innecesario internar a los pacientes, las puertas del Sanatorio cerraron, oficialmente, en 1973.

Históricos 19-31 diciembre 1974
El Sanatorio ha pasado por varios procesos de restauración. Reproducción: John Durán.

Cinco años antes de su cierre definitivo, don María Cristina formó parte de sus pacientes.

Pero, ¿qué se siente estar internado en el Sanatorio Durán?

“Sé que estuve ahí porque tengo como una visión de que sí estuve ahí. Me acuerdo de que mi mamá y mi tía me iban a visitar los domingos. Recuerdo que había un caballito de madera, donde yo las esperaba; era tipo mecedora y yo las veía subir las gradas.

“Lo que sí les puedo decir es que era un lugar agradable. Recuerdo las paredes verdes, había otras rosadas y me acuerdo ver el zacate enfrente. En realidad, era un lugar agradable, no tengo un mal recuerdo de él.

Las paredes del Sanatorio, hoy en día, están decoradas para recordar a todos los niños que pasaron por la institución. Foto: Archivo. (Cortesía Instagram @sanatorioduran)

“Para mis papás no debió ser sencillo. Bueno, papá no porque nunca estuvo conmigo, pero mi mamá sí estuvo ahí y, como trabajaba mientras yo estaba internada, seguro fue complicado.

Según nos contó, como el Sanatorio seguía operando para ese momento, estar internado ahí era como estar en el San Juan de Dios o en el Hospital México, en el sentido de que se veía como un centro médico más, no existían las historias de fantasmas ni la mística, por eso razón es que fue un tema que por muchos años su familia no le dio importancia.

“Mi mamá no hablaba mucho de esa época. Te mentiría si digo que me contara mucho sobre cómo se sintió, pero me imagino que triste. Dejó a su primera hija, la mayor, ahí mientras trabajaba; me imagino que fue algo muy triste.

Hoy doña María Cristina está con toda la pata y los pulmones nunca más le volvieron a dar problemas.
Hoy doña María Cristina está con toda la pata y los pulmones nunca más le volvieron a dar problemas. (Cortesía: María Cristina Mendoza/Cortesía: María Cristina Mendoza)

Claramente, no podemos hablar del Sanatorio Durán sin mencionar sus incontables historias de supuestos encuentros paranormales. Desde niñas y monjas que se aparecen, pasando por luces misteriosas y sonidos inexplicables, hasta espectros del más allá, hay historias de terror hasta para tirar para arriba.

Pero, ¿será que doña María Cristina vivió algo que le llegara a helar la sangre?

Una familia de San José visitó el sanatorio Durán en Cartago y entre las fotos que se tomaron descubrieron que en una aparece el fantasma de una niña sentada al fondo de uno de los pasillos
Muchos aseguran ver fantasmas en el Santario, como esta familia que capturó uno en fotografía, ¿logra verlo? Foto: Archivo. (Cortesía)

Lastimosamente, para usted y para mí, esta no es una historia de fantasmas y, según nos contó, nunca se llevó ningún susto.

“No siento que haya tenido miedo. Cuando pienso en esa época, no lo veo feo, lo veo como un lugar bonito.

“Le estoy dando la sensación que tengo en este momento que usted me hace recordar, y es que me sentía a gusto, no me sentía mal. Me imagino que por ser niña, si hubiera algo raro, no iban a molestar a un niño.

“Usted me hace recordar mil años”, respondió riendo, “Pero nunca me descuidaron, tal vez a los niños se les trataba diferente, porque las cosas malas uno nunca las olvida y siempre he sido muy chineada.

“Lo que sí nunca entendí es por qué todos los tuberculosos terminaban ahí. No sé si era por la lejanía”, cuestionó.

Para tranquilidad de doña María Cristina y de ustedes, nuestros lectores, nosotros podemos responder esa pregunta.

Resulta que la ubicación del Sanatorio no es ninguna coincidencia. Como la tuberculosis era una enfermedad sumamente contagiosa, la lejanía de las grandes ciudades era fundamental para evitar que la enfermedad se esparciera.

Así se veía el Sanatorio Durán en su época de gloria. Esta foto fue tomada de una tarjeta postal de los años 1930. Fuente: A.N.C.R.

Por el otro lado, aunque nunca llegó a comprobarse científicamente, los médicos de la época creían que el aire puro, recibir solcito, descansar y comer bien, eran la clave para mejorar la salud de los tuberculosos.

Por esa razón, es que el clima brumoso le cayó como anillo al dedo.

Ahora, han pasado 57 años desde su paso por el Sanatorio, ¿ha vuelto?

“Usted sabe que no, y no porque tenga miedo ni nada, sino porque no sé, nada más no lo he visitado.

“Sí he visto imágenes en la tele y he visto y me acuerdo de las gradas donde yo estaba, pero sí, no es como que lo haya visitado.

“Tal vez sería bonito, usted sabe. Nunca lo he hecho ni lo había pensado, pero me lo voy a proponer, sería bueno”, dijo entre risas.

¿Será que la acompañamos? Puede que se le reactive más de un recuerdo interesante.

Mirador Potrero Cerrado Cartago
Hoy el Sanatorio Durán es patrimonio histórico arquitectónico. Foto: Alonso Tenorio. (Alonso Tenorio)
Mirador Potrero Cerrado Cartago
El Sanatorio sigue abriendo sus puertas a todos los que sean lo suficientemente curiosos como para explorar sus pasillos. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Sergio Salazar

Sergio Salazar

Periodista de Nacionales. Bachiller en Periodismo y Licenciado en Producción Audiovisual por la Universidad San Judas Tadeo.

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